Opcionalidad (1)

Dos es mejor que Uno

Siempre habrá imprevistos de todo tipo, la Vida es Azar. Pero como suelen decir por ahí, humano prevenido vale por dos y, ¡hasta por cinco diríamos nosotros!

Desde la cultura mexicana (y, en general desde la racionalidad humana) no entendemos muy bien los beneficios de tener prevención: ya sea contar con un repuesto a la mano, tener un colchón financiero o simplemente salir con un poco de anticipación -20 minutos suelen ser suficientes- a donde quiera que vayamos, sencillamente no parecemos entender la bendición que significa el estar preparados ante cualquier posible eventualidad.

Una lección que la Madre Naturaleza ha anticipado mucho antes que nosotros, como siempre. ¿Alguna vez te has preguntado por qué razón tenemos dos ojos, dos oídos e inclusive dos riñones(aunque solamente necesitemos de uno?

Bueno, pues esto se llama Opcionalidad y puesto sencillo, implica un cierto grado de redundancia, ya sabes… “por si las dudas”. Aunque esto es algo que a algunos economistas sencillamente no parece hacerles sentido: los amantes del punto óptimo de Samuelson.

Teoría de costos de Paul Samuelson | Noehernandezcortez's Blog
Paul Samuelson, primero Premio “Nobel de Economía” en 1970

Que, según Samuelson, tal como expone en su libro Análisis de los Costes (1996): “Las empresas rentables son muy conscientes de este sencillo hecho (los costos en un mundo de escasez y alta competencia) cuando se fijan unos objetivos para su producción y sus ventas, ya que cada peso de costos innecesarios reduce sus beneficios en esa misma cuantía”.

Es decir, la empresa rentable debe reducir al máximo posible todo costo innecesario: “¿Para qué tener dos lápices si con uno es suficiente?; ¡¡vaya!! ¿¡has solicitado dos blocks de notas!? ¡Alto ahí, Ramírez!, que esto no es una caridad…” ¿Me vas entendiendo?

Y es que, aspectos que parecen esenciales a nuestra naturaleza se nos escapan desde lo teórico. Para el ejemplo final tendríamos que el punto “óptimo” de nuestro cuerpo, implicaría poder eliminar las redundancias, y si podemos hacerlo con algún beneficio económico neto, ¡que mejor! Por ejemplo, obteniendo una generosa remuneración por la entrega de nuestro riñón “extra” o, ¿qué tal comerciando con la córnea de nuestro ojo malo? porque, seamos honestos “igual ni se ve bien” (siendo aún más óptimos te estarías ahorrando el costo de los lentes).

La esencia de la optimización se mantiene siempre que, a merced de la eliminación de los elementos innecesarios, tuviéramos un mejor desempeño; al final de un análisis a conciencia, nuestro cuerpo “óptimo” terminaría quedando más o menos como se mira en la imagen.

El cuerpo humano optimizado, desde la perspectiva de Samuelson
Finanzas en Tiempos de Crisis, Capítulo 3

El peligro detrás de esta lógica resulta evidente, ¿cierto? Pero algunos insistirán diciendo: “Venga, ¿qué podría salir mal?” Pues, ¡demasiado!

Una discusión civilizada o de cómo David se convirtió en Polifemo ...
Polifemo el cíclope, hijo de Poseidón

Y es por ello que la Opcionalidad existe en la Naturaleza, no se trata solamente de tener dos ojos y evitar quedar ciego si nos hace daño en el único ojo. Polifemo, el cíclope (a tu derecha) sabe de lo que hablamos…

De hecho, la Naturaleza es tan sabia (su proceso de creación) que, en última instancia el grado supremo de Opcionalidad existente dentro del cuerpo humano va mucho más allá de nuestros atributos físicos exteriores: dos manos, dos pies, dos ojos, dos orejas, múltiples dientes, etc.

Este atributo supremo de la Opcionalidad en el cuerpo humano es la neuroplasticidad cerebral. En ella reside buena parte de la sorprendente capacidad de adaptación del ser humano. La neuroplasticidad se refiere a la capacidad que tiene el cerebro humano para adaptarse y cambiar como resultado de sus experiencias y la conducta del sujeto.

Hasta los años 60, los psicólogos solían pensar que los cambios en la estructura del pensamiento solamente podían suceder durante la infancia, quedando imperturbables los modelos de pensamiento formados durante este tiempo. Pero, pongamos un ejemplo, que por algún capricho de la Diosa Fortuna, el día de mañana, tú o yo, terminásemos perdiendo nuestra mano dominante, ¿estaríamos condenados a ya nunca más poder escribir?

¡¡Ni de chiste!! Tomará trabajo y mucha práctica es cierto, sería como volver a aprender a escribir pero, eventualmente es una certeza que ambos podríamos escribir de una forma decente pasado cierto tiempo de práctica constante: Las neuronas y la actividad cerebral se amoldan a nuestras circunstancias, creando una nueva capacidad (en este caso, escribir con la otra mano) donde antes no la había.

Un último atributo de Opcionalidad que nos suele pasar desapercibido es la capacidad pulmonar: Nuestros pulmones (y el corazón, claro) están diseñados para soportar un flujo de presión en situaciones de estrés que va muy por encima del promedio que, día con día, utilizamos.

CUIDANDO TUS FINANZAS

por Miguel A. Caloca, CEO Godín Financiero

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