Prólogo e Introducción de El Libro que el SAT no quiere que leas, de Miguel Caloca

En esta entrada del Blog de Godín Financiero te voy a compartir COMPLETAMENTE GRATIS el Prólogo y la Introducción de El Libro que el SAT no quiere que leas, de mi autoría. Que además es, el libro más vendido de todo Amazon México en la Categoría de Impuestos y Contabilidad.

PRÓLOGO: ESCRIBÍ ESTE LIBRO POR QUE NECESITABA LEERLO

Llevo más de una década en el mundo de las Finanzas Personales… Sin embargo, conforme pasa el tiempo, y mientras he ido avanzando en mi exposición y formación dentro de este ámbito tengo una curiosa confesión que hacerte:

No he podido dejar de notar como es que hay un tema en este mundo que, sencillamente “brilla por su ausencia” (como dicen por ahí). Desde hace algunos años que solía despertar todos los días y leer “un poco de esto y un poco de aquello” acerca de distintos temas en el mundo financiero: Ahorro, Retiro, Inversiones, Presupuesto, Renta Fija, etcétera. Y sin embargo, en pocas ocasiones me encontraba con un tema fundamental para el mundo de los dineros como es, sin duda alguna, el tema de los Impuestos.

De hecho, no fue sino hasta bien entrado en mis estudios de la carrera de derecho que terminé topándome, finalmente, con este tema que hoy tanto me apasiona pero entonces, tanto ignoraba. Y, seamos honestos, no soy el único en esta situación.  No he sido el primero, pero, tristemente, tampoco seré el último. No pocas personas temen al Señor SAT, huyen de él, e intentan por todos los medios -que son, generalmente inútiles, por cierto- eludirlo (que no es ilegal, como sí es evadirlo[1]).

Pero, tal como veremos más adelante, el SAT es tan inevitable como los Vengadores descubrieron que Thanos lo era hacia el comienzo de Infinity War y verificándolo por partida doble en la película de Endgame

Por favor, no te angusties, ¡aún tenemos esperanza!  Si no fuera así, ¿por qué estarías leyendo este libro?, ¿o por qué lo habría escrito yo?

Calma, calma… Como encontrarás en las páginas por venir, los impuestos no son tan difíciles como aparentan o bien, “perro que ladra, no muerde” -tal como dicen en mi rancho, ja-.

En este libro aprenderás desde un enfoque práctico y en un lenguaje por completo accesible acerca de los Impuestos, que es como debería haber sido desde el principio… ¿Estás de acuerdo conmigo?

Por cierto, soy consciente de que ya existe literatura en el tema de los impuestos para principiantes (aunque no sea demasiada), y en el entendido de que procuro no repetir la información, cuando llegue el caso te remitiré a esta para cuestiones más precisas.

A saber, y sobre todo en materia de Impuestos al Invertir, respeto sobremanera el trabajo realizado por el C.P. Mario R. Gil, quien ha realizado una serie de libros conocida como Guía de Impuestos para el Inversionista y se compone de los siguientes sectores:

  • Renta Fija (adquiérelo en este enlace);
  • Bolsa de Valores (adquiérelo en este enlace);
  • Crowdfunding (adquiérelo en este enlace);
  • Crowdlending (adquiérelo en este enlace).

Sin embargo, tras un examen exhaustivo de estos y otros tantos libros que existen en materia de “impuestos para mortales” fue que decidí aportar mi granito de arena. Toda vez que considero, existe aún valor y oportunidad por añadir a las ofertas ya existentes en el Mercado de libros de este género. Es por ello que aquí estamos. Tú y yo, lector/a y escritor.

                Un resumen gráfico sobre los motivos que dan lugar a la creación de este libro viene tomado directamente del libro Sigue Avanzando (que te recomiendo muchísimo tanto si eres asalariado como si estás buscando emprender) del artista Austin Kleon, y te lo dejo a continuación:

Así que, bueno, ya he escrito este libro para ti. Y de ahora en adelante será momento de cumplir con lo prometido. Dígase pues, de “estar a la altura”. Créeme, haré mi mejor esfuerzo. ¡Comencemos!

                Por cierto, que este libro es un esfuerzo integral y se complementa directamente de distintas plataformas de contenido con las que contamos desde Godín Financiero, por lo que te recomiendo suscribirte a nuestro canal de YouTube (nos encuentras como Godín Financiero), así como también acudir a nuestro Blog.


[1] Amén de las anotaciones, la evasión fiscal es un delito. La elusión fiscal es una conducta inmoral pero al margen de la legalidad

INTRODUCCIÓN: IMPUESTOS PARA LA VIDA COTIDIANA

Al momento de escribir estas líneas, el contenido en materia fiscal que desde Godín Financiero he difundido y realizado ha ayudado a miles de personas, tanto del régimen de sueldos y salarios (empleados/as) como pertenecientes a otros regímenes.

                Cuando decidí escribir este libro por primera ocasión lo hice sabiendo que era un libro necesario. Pero, a decir verdad, no me imaginaba qué tan necesario era para muchas personas. No tenía ni idea de que se convertiría en el libro más vendido de TODA la Tienda Kindle y tampoco esperaba que tuviera un impacto tan grande en la vida –y la economía– de tantas personas que lo han leído y aplicado sus enseñanzas. Las estrategias de este libro son responsables de muchas historias de éxito frente a ese Goliat moderno que hoy día conocemos como SAT.

                Así, en el desarrollo de este libro, te compartiré distintos métodos y técnicas que ya han ayudado a muchas personas antes que a ti. Esto no te lo comento para alardear si no para darte cuenta de lo que podrás obtener cuando apliques lo que este libro tiene para ofrecerte.

Estos métodos han sido probados de primera mano por el autor y muchas más personas que dan fe de su exitosa implementación y buenos resultados. Por eso mismo es que te puedo decir con buen grado de confianza lo bien que pueden resultar para ti cualquier otra persona que decida aplicarlos.

Dicho todo lo anterior: Seamos honestos. En este momento de tu vida seguro que ya estás pagando impuestos. Lo sepas o no, lo quieras o no. De hecho, para el momento en que lees estas líneas ya habrás pagado una muy buena cantidad de dinero solo en impuestos. ¿Y todo para qué?

                ¿El alumbrado público que sigue sin funcionar en el camino que recorres por las noches cuando vuelves del trabajo?, ¿los baches que llevas viendo (y sintiendo) durante tantos años en cualquier trayecto que te resulte familiar?, ¿el empleado de la administración pública te regresa en cada trámite que realizas por “te faltó un papel” o que está demasiado ocupado/a para atenderte mientras desayuna en pleno horario de atención? Pues sí, así es esto de la adultez. Pero, ¡oye!, nadie dijo que fuera fácil, ¿o sí? (y si lo dijo, te mintieron)

                Sin embargo, lo cierto es que –en realidad– no tiene por qué ser tan difícil.  Ni tampoco existe una razón para tener tanto miedo. Ok, si hay una razón (de hecho son varias): ¿Sabías qué el SAT recuperó durante 2021 $123.50 MXN por cada peso invertido en fiscalización? (mejorando por nada su marca de $124.40 MXN en 2020)

                … ¡¡Eso es un rendimiento del 12,300%, ¡ni siquiera el Bitcoin es capaz de darte ese tipo de interés! Así que, ya lo sabes, el SAT es altamente efectivo. Pero, no te preocupes –aún– por que también hay otras cosas que no sabes, por ejemplo: ¿Sabías qué…

… es posible disminuir el dinero por el que te cobrará impuestos el SAT mientras gastas en Amazon?

… existen ingresos que no generan el pago del Impuesto Sobre la Renta?

… tienes –como todos los demás contribuyentes– una serie de derechos y garantías frente al actuar del SAT?

Arriba esos ánimos, que aún hay esperanza…

A lo que voy: La mayoría de lo que nos han enseñado sobre Impuestos es potencialmente falso. Y esto si es que nos enseñado algo, ¡lo que sea!

Lo más común es que lo poco que sabemos sobre impuestos lo hayamos aprendido en internet. Y aunque no dudo de que allá fuera existe contenido de buena calidad en materia de impuestos, también es cierto que mucha de la información en internet es o de pésima calidad o deliberadamente falsa.

Y es que me ha tocado ver de todo. Literalmente, de todo. Desde excelentes análisis fiscales y contenido gráfico que explica a detalle cómo operan algunos impuestos (sigan a Mario Beltrán y Guía Fiscal, entre otros); hasta los peores consejos fiscales que jamás pudieras imaginar. Como cuando se decía que cambiando el concepto de las transferencias podías evitar al fisco (jaja), o es difícil olvidar aquella vez que se recomendaba facturar todo lo que gastas con la intención de poderlo deducir.

La mayoría –si no es que todos– de estos consejos te pondrán en muy serios problemas con el SAT. Por eso es importante aprender de fuentes reconocidas. Y es que, aunque lo veremos más adelante, el SAT no es alguien con quien quieras meterte (o deberle). Puede tomar acciones sobre tus cuentas bancarias, sobre tu patrimonio y, en última instancia, sobre tu libertad.

Aquí el caso es que, no importa cuánto hayas leído en internet o visto en distintos blogs sobre el manejo adecuado de tus impuestos, lo más probable es que no te hayan contado la historia completa.

Los impuestos pueden ser aterradores. En México, es altamente probable que temamos más al SAT que a una pareja que contestó nuestro teléfono cuando llamaba “Juan Mecánico” o, inclusive, a nuestra madre llamándonos a gritos por nuestro segundo apellido mientras camina con su chancla peligrosamente alzada en su mano… Aunque nos hemos comprado la idea de que aprender sobre impuestos es algo aburrido, complicado y difícil de entender, lo cierto es que, ¡no tiene por qué ser así!

                Es triste pensar que, a pesar de su extrema importancia en la construcción de nuestra riqueza personal, los impuestos interesen a tan pocas personas (si estás leyendo esto, ya vas un paso adelante, te felicito). Pero bueno, la verdad es que no todos necesitan aprender sobre impuestos. Si te encuentras en la privilegiada situación de haber nacido entre el 1% más rico de la población, y por lo tanto, tienes a tu alcance el servicio de distintos despachos contables y jurídicos, entonces los impuestos serán reír y cantar. Sin embargo, para muchos de nosotros –y me atrevo a afirmar que seremos una mayoría aplastante– quizá no este no es el caso.

                Escribí este libro buscando ayudar especialmente a las personas físicas que se desempeñan actualmente en un empleo. Sin embargo, su contenido también es útil para emprendedores –vigentes o próximos– y estudiantes aunque todavía no perciban ingresos pero piensan hacerlo algún día y quieren prepararse (ve poniendo al día ese currículum). Este libro también será especialmente útil para los inversionistas, a quienes está dedicada por completo su Tercera Sección. Y, en general, para todos aquellos que están buscando mejorar su situación financiera.

                Quizá estás leyendo esto porque tuviste una Declaración Anual con saldo a cargo –es decir, le debes dinero al SAT–, o tal vez recibiste un correo invitación del SAT, o quizá se te bajó el azúcar cuando viste los impuestos que te descuentan en el sueldo a través de tu recibo de nómina (no lo hagas si no está preparado/a). O, sencillamente, puede que estés buscando aprender más acerca de este tema tan importante.

Como quiera que sea, este libro es una invitación para que aprendas lo mínimo indispensable –y de hecho, mucho más– de un tema que es necesario e inevitablepara nuestras vidas como adultos funcionales en la sociedad mexicana, como cualquier otra sociedad moderna: El Pago de Impuestos y el SAT.

                Ahora, quedemos claros en lo siguiente: Este es un libro para que aprendas lo máximo posible sobre impuestos, enfocado mayormente en empleados, estudiantes e inversionistas.

Me he esforzado por presentarte una visión lo más objetiva posible, quizá existan algunos puntos que no sean de tu total agrado. Pero recuerda que mi labor es descriptiva para esos casos; es tal y como dicen por ahí: No culpes al jugador, culpa al Juego.

Además, este no es un libro meramente descriptivo. Mira, que cualquiera puede agrupar en un libro todo lo que corresponde al cumplimiento de tus obligaciones fiscales, darle diseño de primera y venderlo. Et voilá! Ya otros lo han hecho pero eso es demasiado fácil y por ello te prometo que aquí hemos, como suelen decir, “recorrido la milla extra”.

En este libro no encontrarás solamente cuáles son tus obligaciones fiscales y cómo cumplirlas, también encontrarás cuáles son las mejores formas de sacarle el máximo provecho posible al Sistema Fiscal Mexicano.

Entenderás la forma en que funcionan los impuestos, por qué los pagamos y cómo podemos pagar menos. También te hablaré a detalle sobre el SAT y otros organismos reguladores en nuestro país, contándote qué es lo que hacen para tenernos tan vigilados (créeme, el SAT sabe más de tu mejor amigo que tú).

Igualmente te explicaré con lujo de detalle, cuáles ventajas fiscales tenemos y de qué manera las podemos hacer valer como lo que son: Derechos en favor del contribuyente.

                Sin embargo, quiero advertirte lo siguiente: El conocimiento por sí mismo no hará ningún cambio en tu economía ni tampoco en tu cuenta de banco. Para aprender –y mejorar– tenemos que ejecutar. Por ese motivo, este libro está lleno de conocimiento práctico.

                En estas más de 700 páginas de contenido podrás encontrar consejos y consideraciones aplicables para ti. Estoy tan seguro de que puedo decirte que solo de utilizar algunos de ellos, fácilmente podrás cubrir el valor de la inversión que hiciste en adquirir este libro. ¡Utilízalos sin reparo!

Este libro es también para aquellas personas que son conscientes de la importancia que tienen los impuestos en nuestro día a día. Algo que, si eres joven, deberías de comenzar a percibir.

Lo mismo que para quienes quieren averiguar más sobre cómo funcionan y de qué manera se pueden aprovechar al máximo las ventajas fiscales que el sistema –a través de la legislación– nos ofrece para (i) disminuir nuestra carga fiscal, (ii) invertir y cuidar nuestro dinero y (ii) obtener un saldo a favor dentro de tu próxima Declaración Anual, entre otras consideraciones.

Entonces, ¿¡qué rayos estamos esperando!?

Te anticipo lo siguiente:  A mí, como a ti, no me encanta la idea depagarimpuestos. Vamos que, es algo que hago pero tampoco es que me despierte lleno de ánimos y buena voluntad por dejar una parte de mi dinero en manos del casi omnipotente SAT. Seamos honestos, ¿a quién conoces que disfrute de pagar impuestos?[1] (Flanders, tú no cuentas…)

Sin embargo, aunque no me gusta pagar impuestos… ¿Sabes qué sí que me encanta? Pues recibir año con año mi devolución de impuestos (también conocida como Saldo a Favor o ISR a Favor) cuando realizo mi Declaración Anual en el mes de abril. Una vez más: Sé que no soy la única persona a la que le sucede.

Y bueno, esto es lo que me trajo aquí. Si yo he podido hacerlo estoy seguro de que tú también podrás. Además, independientemente del saldo a favor, una verdad evidente es que negar la importancia y el impacto que tienen los impuestos en nuestra vida y desarrollo financiero –de forma directa e indirecta– equivale a decir que no crees en la gravedad. O que te niegas a reconocer la existencia del calentamiento global.

Tanto si crees que esta afirmación es cierta como si no, resulta que te afectan todos los días. Lo mismo pasa con los impuestos: Nos afectan a todos con independencia de dónde hayamos nacido o dónde vivamos.

                La irresponsabilidad de no hacerte cargo de tus impuestos y elegir (consciente o inconscientemente) no informarte sobre este tema se irá tornando cada vez más evidente mientras vayas avanzando en la vida y creciendo económicamente. Se nos está agotando el dinero y también el tiempo (que es, por cierto, nuestro recurso más valioso) y de continuar así, podría ser posible que alcances umbrales críticos ocasionando múltiples daños a tus finanzas –e inclusive a tu libertad– que pueden llegar a ser irreparables.

Intentar proteger tus intereses económicos significa hacerlo más en el largo plazo que en el corto. Así, quizá te parezca una buena idea no declarar ese ingreso esporádico al SAT. Igual que le importa, ¿no? Es “peccata minuta” (un pequeño error), y sólo eso. Pero, como podrás observar a lo largo de este libro, este tipo de pensamiento y acciones (centrado en el corto plazo) solamente suelen terminar como un detrimento muy grande de tus propios intereses económicos y personales.

                Aquí una dura verdad que cuanto antes se entienda, tanto mejor (para ti): No podemos evitar al fisco, ya no. Ya quedó bastante atrás aquella época en la que podíamos vivir cómodamente de puro efectivo. Hoy día, solo para ponerte un ejemplo, si quieres comprar una casa, adquirir un carro o regalar alguna pieza de joyería, entonces tienes que pasar por el SAT. Aún suponiendo sin conceder que esto último (del efectivo) fuera posible, lo cierto es que lo es mucho menos en un mundo globalizado como en el que vivimos.

                Ante la confrontación de esta incómoda verdad nos quedan solo dos caminos:

  1. Esperar con temor el día en el que, de una forma u otra, el SAT llame a nuestras puertas; o bien,
  2. Educarnos y prepararnos para sacarle el máximo de ventaja posible a un juego del que ya formamos parte (nos guste o no, seamos conscientes o no).

Como bien puedes anticipar, yo soy más partidariode la segunda que de la primera, he ahí el motivo de escribir este libro. Otra cosa que tampoco me gusta, es leer libros que transmitan obviedades, o aquellos que guardan información genérica en formato atractivo.

Por ese motivo, mi principal propósito es que al término de este libro no escribas en tu evaluación de Amazon la siguiente palabra: “predecible” ¡¡Antes muerto que eso[2]!! Por ello, te digo que aquí encontrarás sorpresas, anécdotas, datos curiosos información rebosante de calidad; pero sobretodo un alto grado de pragmatismo y utilidad. 

Ahora sí, comencemos: La cultura financiera en México es mínima, como mucho y siendo bastante amables. En este sentido también podemos afirmar que entonces, la cultura fiscal es casi nula sin demasiado temor a equivocarnos. Esto debido a que, dentro del ámbito financiero, tendríamos que la cultura fiscal, es un subconjunto de esta y aún dentro de este subconjunto existe un número aún menor de personas que tienen acceso a información accesible, efectiva y de calidad. Tal como la siguiente imagen describe:

Uno de los motivos principales por los que me he decidido a escribir este libro es el amplio interés que muchas personas han expresado en distintos grupos de Facebook, así como la página que tenemos y también en comentarios desde nuestro canal de YouTube. Enfrentémoslo: Los impuestos son necesarios y aprender qué podemos hacer con ellos, también.

La realidad es que muchas personas quieren saber cómo pagar sus impuestos y cumplir con sus obligaciones fiscales. Pero basta una leída a los primeros diez artículos del Código Fiscal de la Federación –o la ley relativa a su impuesto favorito– para disuadir aún al contribuyente más valiente. Y es que, la técnica jurídica se utiliza para esos efectos. Insisto aún en que el nivel Licenciatura en la carrera de Derecho se puede reducir en su mayoría (que no exclusivamente) a contar con la habilidad y el conocimiento necesarios para traducir al lenguaje jurídico; artículos, oraciones elaboradas y jurisprudencias de por medio, lo que acontece en el día a día.

De verdad resulta extraño que al día de hoy, no contemos con un referente de este tipo en materia de impuestos. Una redacción precisa, accesible y útil sobre cómo cumplir y cuáles son nuestras obligaciones fiscales. Pues bien, dedos cruzados, que pretendo que este libro pueda convertirse en dicho referente.

He llegado a la conclusión de que a las personas sí les importan los impuestos pero sencillamente no tienen una forma accesible de entenderlos y lo más común es que, si les va muy bien, al exponer sus dudas, solamente queden más confundidos que antes de preguntar (esto, repito, en el mejor de los casos).

Esto nos ha dejado en una posición en la que varias personas quieren aprender y otras más no gustan de enseñar debido a que alguna parte de su sustento (o bien, una oportunidad por aumentar sus ingresos) proviene de ello[3]. Así, un pensamiento a corto plazo limita el entendimiento de que, compartir nuestro conocimiento, siempre nos dará mucho más en retribución que segmentarlo y restringirlo a conveniencia.

                Afortunadamente para ti, yo no tengo ese conflicto de intereses, ni siquiera dentro de profesión ni tampoco de mis proyectos personales (es fácil hablar de experiencias ajenas).

                En este sentido suelo guiarme bajo el principio de la regla de plata que dice “tratemos a los demás como nos gustaría ser tratados” algo que, si lo piensas bien, es mucho más efectivo que “evita hacer a los demás, lo que no te gustaría que te hicieran”.

                Ahora, te comparto que desde que comencé en el mundo de los impuestos, hasta el momento de escribir estas líneas, no he requerido de ningún contador[4] para realizar mis trámites ante la Administración Tributaria y en todas las ocasiones he obtenido un saldo a favor, a veces humilde ($330) y otras veces más cuantioso ($7,233).

                Sin embargo, esto no significa que los contadores sean dispensables o que no vayas a ocupar jamás de sus servicios. De hecho, conforme crezcas económicamente, más y más indispensable se volverá la contratación de un/a profesional contable. Más bien la idea aquí es que sea una especie de “Todo con Medida” –como dice algún eslogan bastante conocido por aquí–. En ese sentido, me queda claro que procuraré la contratación de un contador capacitado y debidamente formado en el momento que me constituya como persona moral o bajo un régimen distinto del de sueldos y salarios. De hecho, considero que el no hacerlo vendría a ser una especie de suicidio financiero. Adicionalmente al hecho de que, pequeña lección de emprendimiento, tú debes concentrarte en hacer crecer tu negocio y no en revisar los números de éste a detalle. Pero eso ya es cosa de cada quien…

                Por ese motivo, me gustaría que tú también aprendas a hacerlo. Y ojo aquí (una vez más) que este libro no sustituye ni mucho menos la carrera de Contaduría u otras relacionadas, por lo que, ante la duda, será mejor que acudas ante los expertos. No lo olvides: Lo barato sale caro.

Por ello, te comento de una vez que los efectos y alcances de este libro se encuentran limitados a una complejidad promedio, lo que responde a su vez con la tendencia de la Administración por automatizar y sistematizar para efectos de facilitar los acercamientos que tengan nuevos contribuyentes con el cumplimiento de sus obligaciones fiscales.

Por cierto, hagamos algo: Considero que tú y yo queremos mejorar la cultura fiscal (y financiera) de nuestro país; así que, ¿por qué no hablar de ello? Te invito a que si notas contenido de valor en alguna página de este libro o una imagen en específico, ¡la subas a tus redes sociales o a grupos! (puntos extra si nos etiquetas) Comenzando así a crear una dinámica en la que nuestro entorno más inmediato pueda interesarse –o como mínimo, acercarse un poco– en los impuestos. Obviamente, también se vale compartir y hablar con tus compañeros y conocidos. Nunca se sabe pero, ¡siempre nos viene bien saber de Impuestos!

                La idea de este libro es bastante sencilla: No siempre es necesario un contador o un profesional, sobre todo cuando cuentas con un mínimo de formación indispensable –lo que estás adquiriendo aquí y ahora mismo y seguirás adquiriendo a lo largo de este libro y distintos artículos y complementos relacionados– y se trata de un asunto de complejidad estándar.

                Sin embargo, no dejes de recordar que lo que haces en el Portal del SAT tiene consecuencias jurídicas, administrativas e inclusive penales. No lo tomes a la ligera… Dicho sea lo anterior, y se tenga por manifestada la advertencia, entremos en materia…

Estoy convencido de que no me tomará más de diez páginas (en realidad, sería más adecuado decir diez segundos, a partir de este momento, comienza a contar) el hacerte comprender la importancia que tienen los impuestos.

Los impuestos son, como diría un famoso personaje del cine de superhéroes, inevitables. Puedes temerle, o intentar huir de él, pero el Destino (así como el SAT), siempre llega.

En referencias un poco más “cultas”, tenemos la clásica frase que Benjamin Franklin (padre fundador de los Estados Unidos de América) esbozó hace mucho tiempo[5]: “En este mundo hay solo dos cosas seguras: La muerte y pagar impuestos”.

Hoy, más de tres siglos después podríamos incluso atrevernos a afirmar que “la muerte no es tan segura”, al menos no tanto como el momento en el que se pronunció dicha frase[6]. Pues, mientras que los avances tecnológicos se suceden cada vez con mayor rapidez en la modernidad y aumentan nuestra esperanza de vida, sucede que el mismo avance tecnológico (aunque en un enfoque distinto) reduce por completo nuestras esperanzas de lograr eludir y/o evitar (ponle el nombre que quieras) al fisco.

Dicho de otra forma, menos técnica y más realista… Al día de hoy -en un entorno casi por completo globalizado mediante la revolución digital- resulta imposible evitar al fisco y sus pretensiones de tomar cuando menos una “mordida” de nuestros ingresos.

De hecho puedo asegurarte con un grado total de certeza (y sin pretender ninguna arrogancia) que, solamente en esta semana ya habrás pagado impuestos: Una vez como mínimo. De máximos no hablamos porque tampoco te quiero asustar…

Así es, tal como lo lees, resulta que no necesitas estar dado de alta o siquiera contar con un Registro Federal de Contribuyentes (RFC) para estar pagando impuestos. Menuda realidad en la que vivimos, ¡¡me bajo del tren!!

Ahondaré ahora sobre la razón de este comentario, cuéntame un poco más de tu semana: ¿Qué comiste?, ¿te has comprado una dona, algún alimento chatarra o un clásico “antojito”/gustito culposo? Pues bien, seguro que pagaste el IEPS, también conocido como “impuesto chatarra”.

Dime un poco más de ti, ¿en qué trabajas?, ¿eres emprendedor/a o empleado/a? Ajá. ¡¡Te descubrí una vez más!! Si vas de emprendedor y has cobrado, seguro que generaste un pago de IVA (aunque se lo hayas trasladado al cliente), y si eres empleado, antes de pagarte la quincena con la que posiblemente habrás comprado este libro –te felicito mucho por invertir en tu formación financiera, ¡enhorabuena!– ya te habrán descontado previamente tu retención del Impuesto Sobre la Renta (la diferencia entre la aplicación de esta retención constituye el salario neto o después de impuestos vs. el salario bruto o sin impuestos y otras cuestiones administrativas).

¿Te gustan los conciertos?, existe un impuesto al espectáculo. ¿Utilizas Uber, Netflix, Didi o alguna otra plataforma digital? Pues entonces posiblemente pagues un impuesto digital (que no es otra cosa que el mismo IVA). Quizá tuviste la suficiente suerte para ganar en algún juego de azar o un sorteo, pero,¿¡qué crees!?, ni toda la suerte del mundo podrá ayudarte cuando se trate de evitar pasar tus nuevos recursos a través de la Hacienda. Así es, ¡también vas a pagar impuestos!

¿Por qué te digo todo esto?, ¿qué estoy ganando con ello?, ¿parece que lo disfruto? (solo un poco, a decir verdad)… Pues bien, mi propósito es claro, quiero que en estas primeras páginas, te quede clara la conclusión del libro (sé que suele ser al revés), que es la siguiente: Los impuestos están en básicamente TODAS PARTES.

Antes que decir Love is in the Air, deberíamos decir SAT is in the air. Y créeme que, mucho no nos equivocaríamos.

Realmente, no importa tu edad, género, nivel de preparación académica, estado civil, nivel socioeconómico, estado de nacimiento o residencia, nacionalidad, color de piel, preferencia sexual o alguna otra cuestión que pueda ayudar a individualizarte frente a una multitud: Sencillamente, la Hacienda Pública es cien por ciento incluyente, dicho de otra forma: No discrimina, pues realmente no le conviene… ¡Aprende algo, dinero!

La Adultez llama a la puerta…

Tengo una pregunta para ti: ¿Qué nos hace saber que somos adultos? Según la biología, puede ser un súbito aumento de hormonas y una buena dosis de dolor en las rodillas (sobre todo cuando hace frío). Pero, según la sociedad, se trata de las responsabilidades y de comenzar a valerse por sí mismo/a… Pero, seamos realmente honestos, nada nos dice tan bien que hemos llegado a la adultez como comenzar a preocuparnos por el dinero;  de preferencia, nuestro dinero.

                En este sentido, quiero platicarte una anécdota propia que dejará muy en claro algunos aspectos sobre la relevancia que existe detrás del acto de leer este libro, ¡comencemos ya! 

Es una soleada tarde de hace algunos años, pongamos (solo por poner una fecha) que se trata del 2018… Yo estoy sentado, repasando mis apuntes de derecho, algún examen a la vista para el cual hay que estudiar previamente (siempre vale más estar prevenido que no estarlo) o simplemente el gusto de aprender motivan estas acciones. De pronto, mi celular comienza a vibrar. Lo dejo pasar, quiero terminar el capítulo. Pero vibra una, dos, tres, cuatro veces más. Continúo firme en mi decisión, estoy estudiando (cada cosa tiene su tiempo) cuando de pronto, suena una llamada.

OK, ahora sí cambian las cosas. ¿Por qué? Pues básicamente nadie suele marcarme salvo mi familia y, estando en casa, no puede ser ninguno de ellos.

Lo siento, libro de derecho, volveré después contigo… En fin, contesto la llamada y, cual no es mi sorpresa al escuchar una vez aterrada cual película de Camino hacia el Terror o alguna otra del género. Se trata de Alma (nombre alterado para proteger su identidad), una gran amiga desde hace un año o dos, quien está sumamente consternada.

De hecho, apostaría mi vida con seguridad al hecho de que una o dos gotas de sudor (posiblemente más) escurren por su frente solamente de escuchar el tono en que se comunica conmigo. Y bueno, a todo esto, claro que de inmediato le pregunto qué es lo que ha sucedido. Y, hace una larga pausa, antes de decirme aquellas palabras resignadas: “Wey, me llegó el correo“.

Ah, ¡el bendito correo! Si ya tienes algunos años en tu haber, seguramente entenderás de cual correo hablaba… Y no, no es una referencia directa a Las Pistas de Blue, ¡ojalá fuera Steve!

Algunos quizá se estén riendo en este momento, yo me sonreí un poco al escribirlo. Y es que, para un joven abriéndose paso en la adultez existen pocas palabras tan atemorizantes como las que se enuncian en el orden siguiente:

“Estimado/a Contribuyente: Se le invita a cumplir con sus obligaciones fiscales”.

                ¡Qué terror!, ¿verdad que sí? Si has recibido este correo o algún otro de este tipo, entonces sabrás precisamente a lo que me refiero.

Y es que, la recepción de este correo replica perfectamente el sentimiento que recorre tu cuerpo cuando escuchas un “tenemos que hablar” de quien piensas es el amor de tu vida –y podría dejar de serlo en los veinte minutos siguientes– o también es un poco más parecido a un “vas a ver en la casa” que tus padres te decían cuando hacías algo malo fuera de tu hogar y al resguardo del ojo público.

Pero bueno, ¡así es la vida! A algunas personas las invitan al cine, a otras a comer y a ti te invitan, un buen día, a cumplir con tus obligaciones fiscales… ¡¡Tremenda suerte!!

Nadie dijo que fuera justo, pero por suerte para ti, yo te diré algo: ¡Es bastante más fácil de lo que crees!

A todo esto, ¿qué pasó con Alma? Pues bien, se trataba de un fraude. Como dicen por ahí, ¡¡salvada la bala!!, ¿verdad?

Bastó verificar la dirección del remitente para observar que era apócrifa. Te paso el tip a continuación: Si no termina en “@sat.gob.mx”, entonces muy probablemente te están intentando estafar. Aquí lo sorprendente es que Alma es una mujer muy inteligente (lo que sea de cada quien), y sin embargo, no se dió cuenta de que la dirección del correo era apócrifa. Todos podríamos pensar que se trata de algo básico –en la vida sucede algo parecido al ajedrez, que desde afuera todo parece demasiado sencillo y evidente[7]–.

Entonces, ¿cómo pudo pasar desapercibido? “Y sin embargo se mueve”, diría Galileo Galilei (en referencia a que, aun así sigue sucediendo).

Ahora, la explicación de esto se trata de algo mucho más sencillo de lo que aparenta:

En cuanto Alma vio el símbolo del SAT en el correo y leyó “obligaciones fiscales”, así como “Contribuyente” en vez de “ciudadano” (es más o menos como cuando mamá te llama por tu nombre completo y sabes que estás en serios problemas) entró en un estado de shock.

Este estado de shock no es ajeno a Alma (aquí la dejamos, buen viaje[8]) sino que esto también sucede a muchos mexicanos, que guardan un miedo sencillamente irracional frente al Servicio de Administración Tributaria. Y bueno, como ya te lo había anticipado, aquí vienen algunos golpes duros y verdades difíciles, ¿estás preparado/a?

Comencemos con el hecho de que la raíz del miedo no es otra cosa que la Ignorancia. El miedo al SAT es un tema recurrente en distintos memes, publicaciones, tweets y demás; al punto de que inclusive la PRODECON (una institución que, en principio, nos ayuda frente al SAT) se las ha arreglado para hacer un libro sobre esto; cuya portada llena de pragmatismo y realidad te muestro a continuación:

La buena noticia detrás de esto es que se puede subsanar, no en vano estás leyendo este libro, te lo aseguro. Continuemos con el hecho de que, como ya lo decía Benjamin Franklin o mi analogía a las líneas de apertura de Thanos en un tráiler de Infinity War, los impuestos son inevitables.

Es decir, no se trata de una cuestión acerca de “si vas a pagar impuestos” sino más bien de “cuando vas a comenzar a pagarlos” (la respuesta para cuando dejaras de pagarlos es nunca[9]). En resumen –y puesto mucho más sencillo aún–, tenemos que pagar impuestos…

Seguramente habrás visto ese famoso meme que afirma que pagar impuestos es “como cuando se te acaba la suscripción gratis” o bien el periodo de prueba para Spotify, Netflix (cualquier app de streaming que tengas en mente, para el caso). Esto es parcialmente cierto, pero ahora se trata de tu país.

Y las consecuencias por no cumplir debidamente con estas obligaciones fiscales van mucho más allá de una simple cancelación de servicio. Tratándose de impuestos –y su pago– podríamos decir que…

¿Por qué éste libro vale la pena?

Sin ofender, yo sé que ésta es una pregunta que ya te estarás haciendo desde hace rato y no está mal. De hecho, yo mismo la realizo antes de adquirir cualquier producto, bien o servicio: “¿Qué tienes por ofrecer para mí?” o bien, “¿por qué habría de confiar en ti?”

                Es algo válido y de hecho, resulta que este hábito es uno de mis mayores aciertos financieros: Antes de adquirir algún libro, una capacitación o seguir en Twitter o Instagram a alguien. Además, para mí el contenido de valor es algo sumamente importante, lo que puedes constatar desde la forma en que abordo el proyecto Godín Financiero®. Todos los días me levanto realizándome la siguiente pregunta: “¿Qué puedo aportar hoy a la vida de quienes conocen mi proyecto?”

                Así que, estoy seguro de que este libro te va a despejar muchas dudas de impuestos. También estoy convencido que te llevará a realizar tu Declaración Anual y –haciendo uso de la información contenida aquí– obtener saldo a favor de $5,000 (ejemplo), entonces tendrás un retorno de 3,800% su valor. O bien, si te permite dormir tranquilo, ahora que conoces la forma idónea en que deben tributar ingresos e inversiones, tanto mejor.

                Ante todo, dicen que “papelito habla” así que te comparto una captura sobre el saldo a favor de mi Declaración Anual 2021 (ingresos y gastos del 2020) en que recibí $6,819 pesos M.N. de vuelta. En estas páginas, ¡predicamos con el ejemplo!

Igualmente te comparto que yo llevo más de tres años declarando y más de seis invirtiendo, en todas mis declaraciones he obtenido saldo a favor (es decir, el SAT ha devuelto dinero a mi cuenta bancaria) y adicionalmente, durante mi formación jurídica en la Facultad de Derecho de la UNAM, Ciudad Universitaria; cursé las materias de Derecho Fiscal I y II.

Mi idea al escribir siempre es dar mucho más valor de lo que inicialmente esperas. Así que, no solo espero estar a la altura de tus expectativas, sino que deberías prepararte para sorprenderte porque mi objetivo siempre es lograr superarlas.

Estructura General del Libro

Como el título de este libro lo sugiere, nos estaremos concentrando primeramente en el SAT y la forma en que funcionan los impuestos en México. Las buenas noticias es que todo el contenido de este libro te será útil y, especialmente, los principios de la Primera Sección; que son aplicables sin importar el régimen fiscal de que se trate.

Este es un libro sobre impuestos desde una óptica integral, no solo acerca de la Declaración Anual… Es decir, mi idea al escribirlo no es que al terminarlo únicamente puedas realizar tu Declaración Anual, sino que entiendas en un nivel más profundo la manera en que operan los impuestos, los beneficios que de ello podemos obtener y los cuidados que debemos tener en cuenta para no poner en riesgo nuestro patrimonio en el futuro.

Aclarado lo anterior, los impuestos son un tema bastante interesante y algo complejo (pero no tanto como te lo pintan), por lo que para comprenderlos de forma integral se requiere de una comprensión básica de sus fundamentos. Este libro te ayudará a aprender los impuestos desde un enfoque práctico y con un lenguaje accesible, podrás observar la forma en que operan dentro de nuestro día a día, el aspecto relativo a la Declaración Anual y, como no, los impuestos relacionados con distintos tipos de inversiones. Así, he dividido este libro en tres partes principales y un complemento de Valor Agregado.

Cada parte es independiente una de la otra (esto significa que puedes saltarte las partes y no afectará tu lectura del Capítulo respectivo de forma sustancial, aunque claro está que no es algo que te recomiende), pero si lees la totalidad tanto mejor será para ti y tu comprensión del tema.

El libro se divide en 4 secciones, mismas que te comparto a continuación:

  1. El ABC de los Impuestos
  2. La Declaración Anual para Personas Físicas
  3. Impuestos para Inversionistas
  4. Estrategias Fiscales

En la primera sección vamos a abordar desde un sentido teórico-práctico una de las grandes inconformidades modernas sobre el aspecto fiscal que es ¿por qué pagamos impuestos? Así como el carácter de los Impuestos como parte especial de las Contribuciones (te prometo que te explico más adelante), la clasificación que guardan y la importancia que tienen en el día a día. Y, antes de que empieces a roncar, te contaré algo que no te dejará dormir, pues también te voy a platicar acerca de las metodologías, mecanismos y herramientas con las que cuentan el Servicio de Administración Tributaria y sus compinches (principalmente Comisión Nacional Bancaria y de Valores-CNBV y Unidad de Inteligencia Financiera-UIF) para saber, con un grado de certeza que te asombraría, prácticamente todo lo que haces, entre otras cuestiones importantes que debes conocer.

En la segunda sección, tal como su nombre lo indica hablaremos acerca de la Declaración Anual, el famoso ISR a Favor (cuando el SAT te regresa dinero), algunas dudas básicas, tips prácticos para que la puedas presentar de forma exitosa y algunas consideraciones a tener en cuenta respecto de este trámite que, año tras año, despierta el interés de muchos mexicanos. Obviamente, también se hablará acerca de las Deducciones Personales y la forma en que impactan el cálculo de tu Impuesto Sobre la Renta y distintos aspectos que engloban al trámite, tanto como una guía rápida con las preguntas más comunes. Igualmente he incluido el tema que toca la Declaración Patrimonial para Servidores Públicos.

 La tercera sección habla acerca de los aspectos mínimos necesarios a conocer respecto de uno de los temas que la mayoría de influencers financieros y proyectos de formación financiera han evitado tocar con la profundidad que amerita: Los impuestos a la hora de invertir. ¿La razón de ello? Tengo mis teorías, pero una fuerte contendiente indica que no es un tema atractivo (a nadie le gusta hablar sobre pérdidas, y menos aún sobre impuestos, cuando estos son obligatorios e ineludibles) e implica una infinita paciencia el abordarlo ante la falta de cultura generalizada dentro de nuestra sociedad. Sin embargo, aquí te llevaré de la mano para que conozcas los fundamentos, las tasas aplicables, y algunos tips prácticos que debes tomar en cuenta sobre este asunto que es básico antes de que siquiera comiences a invertir (Regla de la Inversión: No inviertas en algo que no conoces[10]).

Sobre el particular vamos a compartirte lo relativo a las inversiones bajo un esquema de renta fija y renta variable, tal cómo se exponen en el siguiente listado:

RENTA FIJA

  1. Cetes Directo,
  2. Pagaré Bancario,
  3. SOFIPO´s,
  4. Cuentas de Ahorro.
  5. Instituciones de Tecnología Financiera.

RENTA VARIABLE

  • Bolsa de Valores (enajenación de acciones, FIBRA´s y dividendos, ya nacionales como extranjeros)
  • Inversiones en Criptomonedas
  • Bienes Raíces

Finalmente, la cuarta sección de este libro es eminentemente práctica. El conocimiento sin aplicación no es útil, y aunque he procurado que este libro se mantenga pragmático en todo sentido. En la Cuarta Parte te compartiré los tips y consejos que utilizo en mi día a día, que se han traducido en que todas mis Declaraciones presentadas hayan sido con saldo a favor y, en términos generales, una salud financiera y fiscal bastante buena.

Estás a punto de pasar algunas horas con este libro. Cuando te encuentres con alguna idea que te parezca importante (ya por su implicación directa a tus ingresos o por el impacto que ha tenido en ti) te invito a que la compruebes de la única forma que vale la pena comprobar: ¡Por ti mismo/a!

¿Cómo usar este libro?

Soy consciente de que este libro puede resultar bastante intimidante por la cantidad de páginas e información que contiene (créeme, yo lo escribí). Sin embargo, este libro está diseñado para que puedas leerlo a partir del tema que te interesa. Claro, lo idóneo sería que leyeses todas sus páginas pero si estás principalmente interesado en algún tópico en específico siempre puedes optar por el Índice para revisarlo.

                Además, no tienes que haber leído las páginas previas para entender las páginas posteriores. Este fue uno de los mayores desafíos que enfrenté mientras escribía el libro. Aunque claro, si quieres ahondar en el tema, siempre estará la referencia al Capítulo o Sección específica.

No existe ninguna forma de evitar el hecho de que hay muchísima información en este libro. De hecho, fácilmente podría haber dividido cada Sección en un tomo y voilá! Es negocio redondo. Pero, no es mi forma de ser…

                En fin, considera que los tips, trucos y estrategias de este libro representan años de formación teórica y práctica, y que pueden tomar varias horas (e incluso meses) para ser implementadas/os en su totalidad; algunas otras serán tan sencillas que no te tomen ni cinco minutos y te den resultados en el corto plazo. Igual te recuerdo que todo esfuerzo valdrá la pena.

Por favor, piensa en este libro como una guía para efecto de que logres desbloquear el asombroso potencial económico que existe en el mundo de los impuestos –todos mis años declarados con saldo a favor como ejemplo más cercano–. Desgraciadamente, a la mayoría de nosotros nunca se nos ha enseñado a aprovechar al máximo los conocimientos que te expondré en los siguientes Capítulos.

                De tal forma que, no resulta extraño que nos pasemos tanto tiempo asustados del SAT y del pago de impuestos (recuerda, la Ignorancia es la raíz de todo miedo), evitándolo sin más o resignándonos de manera pasiva a que algún día –que llegará más temprano que tarde, te aseguro– seremos víctimas de alguna de sus jugarretas y desmedido poder.

                En las páginas siguientes, compartiré contigo distintas experiencias, conocimientos, consejos y más, que te ayudarán a transformar la manera en que miras los impuestos. A cada cuestión práctica relacionada con los impuestos le corresponde un Capítulo particular.

                Mi consejo particular es que tomes cada estrategia según se pueda acomodar a ti y tu situación personal en específico. La fiscalidad, así como las inversiones y las finanzas personales, es una cuestión extremadamente personal.

Mi último objetivo, tratándose del libro que tienes entre tus manos ahora, es que, para cuando termines de darle lectura, hayas reconsiderado (o te encuentres en dicho proceso) algunas de las percepciones fundamentales que tienes en este momento acerca de los impuestos y todo lo que estos implican para ti así como para tus finanzas y, por supuesto, para tu futuro.

Ahora, y para ir cerrando con la Introducción, uno de los motivos por los que me llamó hace un par de años Alma y los que tienen este libro entre sus manos son probablemente los mismos:

  1. Tengo un amor intenso hacia el mundo de las finanzas personales (incluye aspectos fiscales) desde los 14 años, y
  2. Me encanta compartir mi conocimiento con los demás.

El acto de compartir implica siempre un crecimiento y no tanto económico, sino más bien personal.

Por último, y de manera fundamental, los impuestos deberían preocupar a todos aquellos que reciben dinero de alguna u otra forma. Si no actuamos como deberíamos en este sentido (y las leyes son bastante precisas aquí), nuestras acciones futuras podrían ser insuficientes y peor aún, potencialmente inútiles a la hora de remediar las consecuencias de nuestro pensamiento actual. De ahí mi profundo interés por hablarte de este tema como nadie más lo ha hecho, en un sentido práctico y procurando que resulte entendible en todos los aspectos. Quizá te pueda parecer en algunas ocasiones que exagero, pero te solicito, me des el beneficio de la duda (por lo menos hasta terminar con el libro) y después vuelvas a aquella página o frase de polémica, posiblemente pienses diferente para entonces.

Otra cosa que, mientras antes entiendas mejor te irá es que, la amenaza del fisco ya existe y es casi inmediata. Apenas el año antepasado (¡en plena pandemia por Coronavirus!) el SAT rompió sus récords de recaudación.

Ahora que, no te quieres meter con una institución que, frente a una caída del PIB de poco más del 8%, logra generar una recaudación mayor a la del año previo (en que no hubo pandemia). Vamos, ¡son simples matemáticas!

Pues bien, esto se debió en gran medida a que el SAT logró encadenar una serie de victorias frente a los grandes contribuyentes. Victorias que, una vez agotadas, no tienen oportunidad de ser repetidas en el futuro inmediato… Ahora solo tienen una dirección a la que voltear: Así es, tú y yo. Estamos en la mira.

Por esto mismo es que no podemos continuar negando o ignorando el potencial impacto que los impuestos pueden tener en nuestras vidas (desde los beneficios fiscales hasta cuantiosas multas por negligencias y omisiones). Ahora debemos dejarnos de pretextos y excusas, y en cambio, comenzar a armarnos con conocimiento de calidad. Sobre esto último te aclaro que pensé este libro como un ejemplar que te ayudará a aprovechar los impuestos al máximo. No tiene un enfoque de mero cumplimiento o descripción de obligaciones fiscales y cómo cumplirlas adecuadamente; si no que busca ayudarte a tomar las riendas de tu dinero y llevar al máximo los beneficios y ventajas fiscales que existen para ti. Si estás buscando aprender –y tienes la disposición de esforzarte para lograrlo– entonces, ¡nos la pasaremos genial! 

Es hora de dejarse de preocupar por el SAT, y comenzar a ocuparse de aprender sobre estos asuntos. Sé que los impuestos hacen que la vida sea menos divertida pero, por el bien de tu dinero y tu futuro, harías bien en leer este libro hasta el final.

Dicho todo lo anterior, comencemos este viaje juntos.

Pero, antes de empezar, me gustaría dejarte con una última sugerencia: No te precipites al leer este libro. Es conveniente que releas a menudo El Libro que el SAT no quiere que leas (sobre todo si este es tu primer acercamiento al mundo de los impuestos o no eres un/a profesional en la materia). La verdad que contienen sus palabras, así como el sentido práctico en que está redactado se irán haciendo cada vez más evidentes para ti con cada día que pase.

Podrías leer algunas secciones como parte de un ejercicio que busca reforzar tus conocimientos recién adquiridos o llevar el libro contigo para que te ayude a encontrar claridad ante los desafíos que pueden ocurrir día con día (lo creas o no, todos los días hay un poco de impuestos en nuestras vidas). Convierte este conocimiento en tuyo anotando en él preguntas, reflexiones, revelaciones y reflexiones a medida que lo lees.

Cuando te introduzca a un nuevo concepto, haz una pausa para reflexionar sobre éste y la manera en que se aplica –o podría aplicarse– a tu vida. Toma nota de cualquier cuestión que surja mientras te das a la tarea de leer este libro a conciencia.

Por cierto, no te preocupes si te toma algún tiempo considerable la lectura de este libro (o su comprensión), se trata de conceptos nuevos para la mayoría y es perfectamente natural que te tome un buen rato adaptarte a ellos. Tiene que pagar factura la poca formación fiscal que recibimos en nuestras vidas tarde o temprano… Así que, como dicen por ahí, si te preguntan acerca de tu aprendizaje en materia de impuestos, tú diles lo siguiente:

Este libro no fue escrito por un autor

¡Gran revelación! Hasta aquí probablemente te sorprenda saber que, a pesar de mi elocuencia, diversión y suave prosa, no soy un autor profesional. Aunque me he esforzado muchísimo en revisar el texto podrías encontrar dos que tres faltas de ortografía y/o sintaxis en el texto.

Incluso aunque este es mi tercer libro autopublicado mediante Kindle y también escribo seguido para el Blog de Godín Financiero esto no significa que no me pueda equivocar. Por ello te pido que, sencillamente, no seas tan duro/a conmigo: Errare humanum est (errar es humano).

Ahora, que si quieres un libro de impuestos escrito por alguien que no tiene experiencia en impuestos pero sí tiene un gran equipo de edición y mejor capacidad al escribir, tengo varias alternativas para recomendarte. Sin embargo, si lo que buscas es un libro de impuestos escrito por alguien que sabe de lo que habla y lleva una buena parte de su vida aplicando su conocimiento –y beneficiándose de ello–, entonces estás justo en el lugar adecuado.

Además, la honestidad lo es todo: Así, debo aclararte que no soy contador[11]. Y es que muchas personas asumen automáticamente desde mi contenido de YouTube que lo soy. Lo cierto es que no es así; aunque bien podría dejarte seguir en esa dinámica y arrastrar “el beneficio de la duda” hasta sus últimas consecuencia. Esto lo quiero aclarar desde ahora.

Si piensas que esta declaración es algo parecido a “dispararme en el pie”, déjame decirte que estás mal. Más bien, es todo lo contrario. Seguramente, ya te estás preguntando por qué te he dicho esto.

Pues bien, resulta como dicen por ahí que “cuentas claras, amistades largas”. En pos de esta expresión (y para aliviar tus dudas) también te comento que recibí formación jurídica en materia fiscal; de hecho, me desempeñé en cargos jurídicos relacionados al derecho fiscal, financiero y el ámbito de la prevención de lavado de dinero antes de decidir dejar ese mundo atrás y dedicarme a Godín Financiero® (no me arrepiento de absolutamente nada). Además, esta aclaración me sirve para anticipar que puedes esperar un libro bajo un enfoque bastante distinto –menos técnico y más práctico– de los libros que hayas leído antes o puedas encontrar sobre esta temática.

De paso, te invito a dejar atrás el mito tecnócrata de que ocupas un título o un grado académico para efectos de poder compartir tu conocimiento sobre ciertos temas. Claro que habrá excepciones (siempre es así). Empecemos con un ejemplo sencillo: Algo que me encanta del Mercado al invertir es que no le importan tus grados o situación personal, de género, ideología, etc. Y, spoiler alert, tampoco a la vida le importan. Aquí, se trata simplemente de resultados. Contrario a lo que las apariencias indican, sucede que, en principio, no necesitas ser contador para hacer tu Declaración Anual y obtener un saldo a favor en esta.

Esto aplica sobre todo tratándose de aquellas personas que se desempeñan en el régimen de sueldos, salarios y asimilados. Es decir, aquellos que operan como empleados en su día a día; y también –en principio– para aquellos contribuyentes que hayan optado por pasarse del Régimen de Incorporación Fiscal o algún otro al Régimen Simplificado de Confianza. O bien que mediante su negligencia lo hayan permitido o la legislación vigente los incluyera en el supuesto de una transición forzosa a este nuevo régimen (del que hablaremos más adelante en este libro).

Ahora, si ocupas un poco de seguridad (pero solo un poco), te comento que estudié Derecho en la Facultad de Derecho de la UNAM, Ciudad Universitaria. Y, aunque reprobé mi primer curso de Derecho Fiscal -saludos a la profesora Lourdes-, a partir de ese momento me puse a estudiar y en adelante, me he desempeñado en ámbitos relacionados con el derecho fiscal, corporativo, mercantil, notarial, de prevención de lavado de dinero, entre otras ramas jurídicas. Por lo que tampoco es que ignore lo que te escribo. De hecho, jamás escribiría sobre algo que desconozco.

Así, antes de que dejes de leer por un sesgo. Te invito a juzgar este libro sobre la base del conocimiento que te proporciona y la forma en que lo hace. El resultado final será que veas que conozco de lo que hablo. Para mí, el hecho de que todos pueden saber de impuestos no es una idea o un deseo, es parte de mi vida diaria y es lo que me ha permitido obtener buenos ingresos mediante la devolución de mis impuestos cada vez desde hace más de cinco años.

Esto no te lo digo únicamente para alardear. Solo quiero que sepas que el contenido de este libro viene de distintas pruebas, cálculos y experiencia. Todos los consejos que encuentres aquí, yo los llevo al pie de la letra. De tal forma que el primer afectado en caso de que sean incorrectos o quizás inadecuados –y créeme, no lo son– seré yo. Así que seré también el primero en dar el grito de alarma para todos los demás[12].

Ahora, continuando con el tema de la honestidad. Debo mencionarte cuanto antes dos cuestiones muy importantes. La primera es que la vigencia de este libro –especialmente en lo que respecta al Capítulo 2, sobre la Declaración Anual– se reduce al presente año calendario. De hecho, tengo toda la intención de presentar una edición actualizada con el Segundo Capítulo (Declaración Anual) hacia comienzos del 2023. Sin embargo, ni son tan drásticos los cambios que se realizan de un año a otro, generalmente[13].

La segunda cuestión por resaltar es que, si bien he incluido un Capítulo sobre Impuestos al Invertir, la verdad es que no he abordado de manera tan profunda lo relativo a las Instituciones de Tecnología Financiera (fintech). A saber, las Instituciones de Financiamiento Colectivo en sus modalidades de Crowdfunding (fondeo colectivo de proyectos) y Crowdlending (préstamo individual entre particulares mediante apps); el motivo de esto es sencillo: Congruencia.

Ya que actualmente no he invertido, ni invierto ni tengo planes de hacerlo en el futuro a corto o mediano plazo (las razones sí te las explicaré más adelante). Sin embargo, y si me tomas la palabra, te recomiendo mucho que leas los ejemplares del Contador Mario R. Gil titulados como Guía de Impuestos para el Inversionista: Crowdlengind/Préstamos P2P y Guía de Impuestos para el Inversionista: Crowdfunding Inmobiliario, mismos que te recomiendo ampliamente (a pesar de no invertir en este ramo, me he informado con relación a diversas consultas realizadas anteriormente) y también podrás encontrarlo en nuestra sección de REFERENCIAS.

Debes entender que en esta industria hay muchas personas que se hacen llamar a sí mismas como “expertas” y tienen poca o nula experiencia. Es común que compensen la “calidad” de sus trabajos mediante diseño (dibujos bonitos) o historias cool de amigos y estrategias que nunca han llevado a cabo. Para ponerlo aún más claro: Un libro para conocer tus obligaciones fiscales te lo da cualquiera hoy en día.

Incluso hay Tik Toks de eso y demás. Como veremos más adelante, cumplir con nuestras obligaciones fiscales no es difícil en absoluto, pues el SAT se ha encargado de facilitarlo, dándonos cada vez menos excusas. Y esto es aún más aplicable para el régimen de sueldos, salarios y asimilados; es decir, empleados/as.

Lo que “El Libro que el SAT no quiere que leas” tiene para ofrecerte es un método integral para entender los impuestos en México: No sólo conocerás tus obligaciones fiscales (según tu régimen) si no que aprenderás a sacarle el máximo provecho a nuestro sistema fiscal, dándote certeza patrimonial y seguridad.

Además podrás conocer mucho más que cómo hacer tu Declaración Anual y tener Saldo a Favor, ya que también se incluyen temas como los Impuestos al Invertir (desde Cetes hasta Bitcoin e incluso bienes inmuebles), las Modificaciones Vigentes al 2022, cómo crear una Estrategia Fiscal sencilla y muchas otras cosas.

Última aclaración pertinente, como quizás anticipas, los vínculos anteriormente comentados son enlaces de referidos. Esto significa que si tú compras el libro a través del enlace (haciendo click en éste y comprando) a mí me darán una pequeña comisión sobre el costo del libro. Esto, en ninguna manera implica que estés comprando un producto más caro. Es decir, el precio se mantiene igual pero yo recibo una pequeña remuneración económica, misma que me ayuda sobremanera a seguir creciendo este proyecto de Godín Financiero® que probablemente ya conozcas. En fin, si puedes y gustas apoyarme con ello, ¡te lo voy a agradecer mucho!

Finalmente, recuerda que aquí no tienes nada por temer y si bastante que aprender. ¡¡Ánimo!!

¡¡Comencemos ya mismo!!


[1] Ojo que, si haz pensando en contadores y fiscalistas (seguro que sí) vale la pena aclarar que ellos probablemente disfruten pagando tus impuestos (debido al beneficio económico que obtienen de ello) pero no los impuestos de sus propios ingresos. Touché!

[2] O antes pagar ISR a Cargo en mi Declaración Anual, que es casi lo mismo. Si no entendiste el chiste, vuelve al terminar con el Segundo Capítulo, ¡te reirás!

[3] Recuerden que esta es la manifestación clásica del “Problema de la Agencia”, donde los intereses de los sujetos “A” y “B” no solo son distintos sino que se contraponen

[4] Sin embargo, toma en cuenta que la formación jurídica con tendencia hacia la rama fiscal y administrativa ha hecho una gran diferencia para estos efectos

[5] Aunque existen registros de que fue utilizada antes por Daniel Defoe

[6] Basta revisar el exponencial crecimiento existente en la esperanza de vida respecto de distintos países para ello. México 1970 = 61 años; México 2019 = 75 años

[7] Si haz jugado ajedrez alguna vez (o mejor dicho, haz visto jugar a dos personas ajedrez), entonces sabes a lo que me refiero

[8] Ninguna Alma ni su reputación, real o ficticia, fue dañada mediante la realización de este libro

[9] Incluso en la muerte se genera el pago de algunas contribuciones, como veremos más adelante

[10] Obviamente esto incluye el régimen fiscal aplicable

[11] Para referencias futuras, tampoco estudié economía, finanzas o alguna otra cuestión académica especialmente relacionada con los dineros

[12] A esto se le llama Jugarse la Piel y se trata de un concepto que también veremos con mayor detalle en algunas de las siguientes páginas

[13] No obstante, no te recomendaría saltarte tres o más años estas actualizaciones…

¿Quieres ver el Índice?

Recuerda que esto solo es el el Prólogo y la Introducción de El Libro que el SAT no quiere que leas. Este libro contiene muchos más temas que seguro son de tu interés, por ello, te dejo el Índice a continuación:

PRÓLOGO – 26
INTRODUCCIÓN – 30
EL ABC DE LOS IMPUESTOS – 62
¿QUÉ SON LOS IMPUESTOS? – 66
¿QUÉ ES EL SAT? – 93
¿POR QUÉ PAGAMOS IMPUESTOS? -131
DISTINTAS FORMAS DE PAGAR IMPUESTOS – 139
PRAGMATISMO ANTES QUE TEORÍA – 157
SOBRE LAS DECLARACIONES – 165
EL TEMIDO ISR – 171
¿POR QUE DEBERÍA DECLARAR? – 179
RÉGIMEN GENERAL (SUELDOS, SALARIOS Y ASIMILADOS) – 185
GENERALIDADES DE LA DECLARACIÓN ANUAL – 207
EJEMPLOS PRÁCTICOS EN EL CÁLCULO DEL ISR – 224
ISR A CARGO E ISR A FAVOR – 236
DECLARACIÓN ANUAL RECHAZADA – 252
DECLARACIONES DE AÑOS ANTERIORES – 262
SOBRE LOS INGRESOS EXENTOS – 276
DECLARACIÓN PATRIMONIAL PARA SERVIDORES PÚBLICOS – 288
IMPUESTOS PARA LOS INVERSIONISTAS – 300
INVERTIR EN RENTA FIJA Y LOS IMPUESTOS QUE CAUSA – 306
LOS IMPUESTOS EN ACTIVOS VIRTUALES – 324
IMPUESTOS AL INVERTIR EN BOLSA DE VALORES – 360
OTROS IMPUESTOS AL INVERTIR – 399
ESTRATEGIAS FISCALES – 429
EL ARTE DE CUIDAR TU DINERO – 433
MITOS FISCALES – 449
TODO SOBRE EL SAT – 462
LA REFORMA DEL 2022 – 464
CUANDO EL SAT NOS ALCANCE – 495
EL SAT EN TRÁMITES – 499
CONCLUSIONES – 527
GLOSARIO – 543
¿QUÉ SIGUE? – 551
REFERENCIAS – 559

¿Y bien?, ¿algún tema te ha interesado? Si es así, ¡entonces qué esperas para comenzar a leerlo! A continuación te explico cómo puedes adquirirlo.

¿Cómo adquirir El Libro que el SAT no quiere que leas?

El Libro que el SAT no quiere que leas se encuentra disponible en dos formatos, a saber:

  • Pasta blanda: desde $850 MXN con el envío incluido a todo México); y,
  • Formato digital: desde $149.99 MXN a través de la app Kindle de Amazon.

Para adquirir el libro en formato de pasta blanda, este es el proceso que debes seguir:

  1. Deposita el precio del libro ($850 MXN c/u. con envío incluido a todo México):
    Beneficiario: CUIDANDO TU DINERO, S. C.
    Banco: BBVA Bancomer
    Concepto: NOMBRE Y APELLIDO
    CLABE: 012180001194133758
    Número de Tarjeta (Depósitos en Efectivo):
    4555113010630814
  2. Enviar el comprobante de depósito a godinfinanciero@gmail.com con los datos siguientes:
  • Nombre completo
  • Si quieres dedicatoria o no y a que nombre
  • Dirección de Envío completa con referencia y teléfono de la persona que va a recibir

3. Esperar confirmación (tiempo máximo de 1 día hábil)!

Posteriormente a la confirmación de tu orden, se hará el envío de tu guía (para que puedas rastrear tu envío) y se preparará tu paquete para envío. Dicho paquete incluye algunas sorpresas y detalles por parte del equipo Godín Financiero, sin costo adicional.

Tratándose del formato digital de El Libro que el SAT no quiere que leas, basta con que sigas este enlace dentro del navegador de tu teléfono o bien, directamente en Amazon desde tu computadora.

Una vez que lo hayas adquirido deberás ingresar a la aplicación de Kindle. Si aún no la tienes, descárgala y los datos de acceso son los mismos que a tu cuenta de Amazon. Y se sincronizará de manera automática.

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Si ya comenzaste con El Libro que el SAT no quiere que leas, ¡permíteme felicitarte! Igualmente, si deseas continuar aprendiendo sobre el tema, en este artículo puedes conocer cuáles son -a mi consideración- los 9 MEJORES Libros para aprender sobre Impuestos en México.

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