Di NO al Autoengaño: Ahorro vs. Gasto barato

Bueno pues ya está aquí #ElBuenFin2020, una salvación para algunos y una perdición para muchos otros pero aquí estamos para ayudarte a salir adelante. Y es que, como te venimos diciendo desde siempre, tenemos que enfrentarnos a la sencilla verdad de que el ser humano no es un ser por completo racional: Las ofertas, el dinero, las promociones, son solo algunas cosas de una larga lista que altera nuestros sentidos y sobretodo, nuestros procesos de toma de decisiones.

De esta forma, suele suceder que terminamos sufriendo ante distintos asuntos de la más amplia variedad, uno de estos, y de las formas más comunes de perder dinero es, sin duda alguna, el autoengaño: La acción de convencernos a nosotros mismos de que estamos haciéndonos un bien cuando, muy en el fondo (o peor aún, ¡genuinamente!), sabemos que no es así.

Un ejemplo claro de este tipo de autoengaño es la infidelidad financiera, que contrario a lo que suele pensarse (y en sentido opuesto a su analogía inmediata en el campo romántico), es mucho peor cuando participa uno solo… Y así sucede que muchas veces nos engañamos felizmente tomando “ofertas” -que no lo son más que porque nosotros así lo queremos-, afectando nuestro presupuesto (si es que tienes uno) y condenándonos financieramente a un sangrado del flujo de efectivo del mes que se trata.

Aquí te va una verdad incómoda que no podrás evitar: En materia de dinero y algunos recursos más valiosos que éste, el problema no es de cuánto ingresa (o hace falta), sino de tus prioridades al administrarlo.
Así fue como hace algún tiempo te convenciste fácilmente de que no podías ahorrar, pero cuando se trataba de un nuevo celular (a meses, obvio) o alguno que otro “lujito” como un gasto hormiga inofensivo de, digamos, $150 pesos para una de tus pizzas favoritas; entonces sí había algo de capital disponible porque, está claro que te lo mereces, que “para eso trabajas” (mientras otros trabajan para obtener Libertad Financiera) y otros pensamientos que te condenan a la falta de recursos (no solo económicos, sino también emocionales y temporales).

En fin, que ese autoengaño es muy peligroso, pues como se cita a continuación:

La persona más fácil de engañar es aquella que se engaña a sí misma.

Edward Bulwer-Lytton

O dicho de otra forma: “el autoengaño es el mal más común de quien no tiene claras sus prioridades”.

Y en este sentido, te dejo una frase que te servirá para comprobar en el futuro si son verdades o mentiras aquello que te planteas antes de comprar algo que crees que necesitas: Mientras más compleja sea tu justificación de por qué necesitas una compra, tanto más probable es que estés mintiendo. Las cosas verdaderas son sencillamente evidentes,

Ahora sí, terminado todo el tema emocional detrás de lo que implican el dinero y su adecuada administración (que es el aspecto más importante sin lugar a dudas), vamos con los temas técnicos. Te lo pondré muy sencillo:

La diferencia esencial entre gastar barato (es decir, “aprovechar” una oferta que no ocupas ni tienes contemplada) y haber, efectivamente ahorrado, es la siguiente: Haberlo considerado antes dentro de tu Presupuesto Personal.
Puesto que el Ahorro viene justamente de obtener un descuento sobre un precio o un gasto que ya habías considerado y que ahora se ve disminuido, ya por razón de El Buen Fin, ya por razón de una oferta ocasional o por razón de algún error administrativo o de los designios de la vida, en realidad eso es completamente irrelevante, carece de importancia.

En sentido contrario, el gasto “barato” es justamente la actitud de adquirir algo que, o no necesitas, o no tenias contemplado en el Presupuesto; recuerda que las estrategias de marketing moderno están orientadas de forma agresiva hacia la creación de necesidades inventadas (no necesitas ese Starbucks frapuchino caramel para sobrevivir, aunque esté al 2×1…), lo que genera un gasto dentro de tu balance financiero.

10 ofertas engañosas que encontramos en los supermercados
Autoengaño gráfico: Cuando a los tres días de haber terminado, tu ex te dijo que ahora sí había cambiado para que volvieran y sí, se lo creíste…

Un ejemplo muy claro de este tipo de autoengaño es cuando nos convencemos de que, en serio necesitamos volver a probar esa deliciosa hamburguesa doble con queso y tocino que, ¡oh sorpresa!, esta en promoción… El final ya lo conoces, seguro que has estado ahí (distintos alimentos o productos y servicios, pero el mismo sentir).

Como comentario final, te dejamos una tabla muy sencilla para que aprendas a identificar de manera sencilla la diferencia entre “gastar barato” y “ahorrar efectivamente”, ¡aprovéchalo!

Ubica tu columna y toma la decisión adecuada

Recordemos que con “flujo de efectivo” nos referimos a la entrada y salida de dinero que ya tienes proyectada dentro de tu Presupuesto Personal.

Basta de autoengaños, ¿ok? Y bueno, hasta aquí llegamos. Te agradecemos mucho por tu atención. Y, por favor, no te olvides compartir esta información para que llegue a más personas que pueden necesitarlos.

Ya que muchas personas consideran que es difícil ahorrar (y sobretodo cuando te estás auto-engañando), te compartimos a continuación nuestro vídeo con varios tips que te facilitarán el ahorro, esperamos que te sea de utilidad para seguir creciendo tu economía personal.

¿Cómo ahorrar en tiempos difíciles?, disponible en nuestro canal de YouTube

¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete!

¡CUIDANDO TUS FINANZAS!

por Miguel Ángel Caloca Heredia, Socio Fundador de Godín Financiero.

One Reply to “Di NO al Autoengaño: Ahorro vs. Gasto barato”

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *