¿Es Seguro asegurarme?

En estos tiempos la palabra “seguro” ha cobrado vital importancia, ya sea porque te ofrecen varios y de diversos tipos al adquirir un producto financiero o porqué la necesidad de acceder a determinados servicios como médicos, hospitalarios o de asistencia se ha vuelto prioritaria en tiempos de pandemia.

Pero antes de empezar a profundizar sobre los tipos de seguro, empecemos con lo más sencillo: ¿Qué es un seguro?… A cualquier persona que le preguntes sobre esto te podrá responder que es una especie de garantía en caso de que “algo malo suceda”, si bien esta definición no es errónea valdría la pena saber más antes de contratar uno.

Un seguro es un instrumento financiero que nos permite hacer frente a aquellas “emergencias” económicas que suceden de improviso y que, de no contar con él, hacer frente a las obligaciones con los recursos que se cuentan en el momento podría resultar complicado. Un seguro es un contrato por el cual la compañía aseguradora se obliga a resarcir un daño o pagarnos una suma de dinero en caso de que esa “emergencia” o suceso imprevisto ocurra, con las limitaciones y en los casos previamente acordados.

Si bien, los jóvenes no pensamos estar expuestos a determinados riesgos, entre más crecemos y adquirimos mayores responsabilidades, nos damos cuenta que un seguro puede ser una forma efectiva de hacer frente a ellas sin la necesidad de recurrir al famoso tarjetazo o afectar nuestro Fondo de Emergencias, en el caso de daños a nuestro patrimonio, o de acceder a una variedad de servicios que pueden estar incluidos dentro de las coberturas.

¿Cuándo debo asegurarme? Aquí valdría la pena hacerse varias preguntas ¿Qué tanto afectaría a mi patrimonio en caso de daño o pérdida de cierto bien? ¿Qué tanta exposición tengo a sufrir un accidente o una enfermedad? ¿Podría hacer frente a un evento económico imprevisto? Independientemente de las respuestas personales que cada uno podría dar, contratar un seguro es una manera oportuna de prever dichos acontecimientos y qué mejor que cuando aún no han ocurrido. Sí, los seguros deben pensarse antes de que nos enfrentemos a situaciones adversas, y no como una forma de intentar remediar un problema cuando ya lo tenemos encima.

Prever situaciones adversas mediante la contratación de un seguro resulta una forma de inteligencia financiera. Cuando normalmente nos hablan sobre el ahorro, siempre nos hacen notar que podrían existir esas “emergencias” para las cuales debemos destinar cierta parte de nuestros ingresos “por si las dudas”, pero seamos honestos a veces es muy sencillo tomar “una pequeña parte” para satisfacer una necesidad secundaria … ¿Y las emergencias? Hasta que se nos presenta una podríamos no tenerlas en cuenta.

¿Qué puedo asegurar? Existe una gran variedad de seguros, lo más comunes o los que seguro habrás escuchado son los siguientes:

• Seguro de automóvil,
• Seguro de casa habitación,
• Seguro de gastos médicos mayores,
• Seguro de vida,
• Entre muchísimos otros.

Realmente hoy en día, se puede asegurar cualquier cosa, siempre y cuando sea lícito y estemos dispuestos a pagar por ello una cierta suma de dinero. Algunos ejemplos excéntricos de esto pueden ser las piernas de Cristiano Ronaldo (CR7), quien -cuando jugaba para el Real Madrid- tenía sus piernas aseguradas por más de cien millones de euros, o los labios de Angelina Jolie, cuya cantidad aún desconocemos.

Palabras clave para contratar un seguro:

Si a estas alturas ya estas convencido de contratar un seguro, te recomendamos tener en claro lo siguiente para que tu toma de decisiones sea adecuada:

• Prima: Es la cantidad de dinero que pagarás a la compañía aseguradora por la contratación del seguro.
• Póliza: Es el documento que ampara el seguro que adquiriste y en él debe detallarse: Quién es el beneficiario y/o contratante del seguro, qué es lo que se asegura, la cobertura, el deducible, entre muchas otras cosas. ¡Te recomendamos siempre tenerlo a la mano!
• Cobertura: Es el monto o el límite de los servicios por el cual la aseguradora se obliga a responder.
• Deducible: Es la cantidad fija de dinero que deberás pagar a la aseguradora, en el momento en que el siniestro ocurra, antes de que la aseguradora cubra los gastos del mismo.
• Coaseguro: Es un porcentaje de dinero que deberás pagar a la aseguradora por el total de los gastos cubiertos, después del deducible.
• Exclusiones: Aquellas situaciones en las cuáles la aseguradora NO va a responder por el siniestro ¡Te recomendamos leerlas a detalle!
• Vigencia: El período de tiempo por el cual la aseguradora se obliga a responder en caso de siniestro.

¿Qué tomar en cuenta al contratar un seguro?

Algo fundamental al adquirir cualquier producto financiero es… ¡COMPARAR!

Sí, hoy en día la mayoría de las aseguradoras tienen cotizadores en línea que te permiten ingresar los datos básicos del bien a asegurar y te generan propuestas, con lo cual es sencillo que puedas comparar precios, coberturas y hasta exclusiones.

Leer las condiciones generales… o las llamadas letras chiquitas, allí podrás encontrar las famosísimas exclusiones, que son fundamentales en la toma de decisiones, por ejemplo, si contratas una póliza de gastos médicos mayores porque tienes enfermedades respiratorias frecuentes, pero esta es una condición que se excluye en la cobertura, ¡Ese seguro no es para ti!

Acercarte con un experto, sí aún tienes dudas de cuál seguro es la mejor opción para ti, puedes intentarlo con un agente de seguros, que son aquellos intermediarios entre los clientes y las compañías aseguradoras que pueden ofrecerte un panorama más amplio de los seguros disponibles sin limitarte a una opción.

Si quieres saber más a detalle sobre algún seguro o tienes dudas sobre ello, déjanoslo saber en los comentarios… Recuerda que una decisión informada es una vida financiera saludable.

por Diana Tacuba Cadena, Colaboradora en Godín Financiero

Ya te hemos hablado en esta entrada acerca de los seguros, si te interesa un poco más de información, te dejamos nuestro canal de You Tube, en donde Diego Juárez nos platica acerca de su experiencia ejerciendo uno de estos instrumentos financieros.