Ya comenzamos con el 2021 y sabemos que se aproxima un año complicado en términos financieros y económicos, la economía mexicana se contrajo poco menos que el 10%, los índices de empleo siguen sin haberse recuperado hacia niveles previos a la pandemia ni mucho menos y, una vez más -como si nos hiciera falta-, estamos en semáforo rojo (recuerden, por favor, no salir de casa).
Esto significa que, económicamente, aun son muchas las personas que se encuentran en un grave aprieto. Y esto sin contar el hecho de que la famosa “cuesta de enero” ya se ha hecho presente con un aumento de aproximadamente el 10%, mismo ajuste que constata su gravedad ante una mayor afluencia del público en general a las casas de empeño. Esto, ante la imposibilidad de mantener la subsistencia en los términos actuales (sin empleo o con un sueldo recortado) y una inflación en ascenso.
Y no han faltado ya los primeros golpes por cuanto anuncios realizados de cara a un 2021 complicado no solo para el sector privado, sino también -y especialmente- para la Administración Pública que si bien ha tenido una serie de notables triunfos a lo largo del año, lo que le permite cerrar con una recaudación histórica de aproximadamente 207 mil MILLONES DE PESOS (con todo y pandemia, ¡eh!).. Sin embargo, se sabe bien que, en este sentido se trató de un “trato de una sola ocasión” (one time deal), puesto que este aumento del 151% más que lo obtenido en el mismo periodo del 2019 se debe sobretodo a la conclusión de grandes juicios que el SAT mantuvo frente a los pesos pesados.
Entre algunos de sus logros más grandes se cuenta con los pagos que ha obtenido de grandes consorcios comerciales así como la inclusión voluntaria de muchas empresas, mismas que se han rendido ante el relativamente reciente Impuesto Digital.
En fin, que el SAT tuvo un excelente año, pero se trató de una excepción pues el pago de estos adeudos millonarios no podrá repetirse (si bien quedan algunas cuentas pendientes frente a Salinas Pliego por muy buenas cantidades) en virtud de que los grandes contribuyentes ya han saldado su anterior deuda.
Por este motivo, no extraña el hecho de que el SAT continúe acentuando su enfoque en poner un énfasis a la detección y cumplimiento de los pequeños contribuyentes, tal como lo anuncian una serie de modificaciones realizadas en la Miscelánea Fiscal, y la polémica que hubo sobre la obligación de dar de alta el Buzón Tributario, a través del cual se ha incluido la función de “comunicarle avisos importantes” al contribuyente, con lo que podríamos esperar un acoso virtual bastante intenso en el año por venir.
Y es que las Tecnologías Inteligentes de la Comunicación y la minería de datos son la nueva herramienta insignia del Servicio de Administración Tributaria, que ha pasado de un esquema de detección complejo (discrepancia fiscal o correlación entre terceros para deducibles, por ejemplo) a uno más sencillo, el de la Inclusión Digital.
De esta forma -y bajo esta bandera-, desde comienzos de 2019 se comenzó a implementar y promocionar el sistema de Cobro Digital (CoDi), cuya entrada operacional en vigor fue hacia el mes de septiembre del 2019.
Ahora, en principio, tenemos que el CoDi surgió como una plataforma que desarrolló el Banco de México (Banxico) con la idea de facilitar el pago y cobro digital, a través de un sistema basado en transferencias electrónicas. Esto con el objeto de poder disminuir el efectivo en circulación; y su principal atractivo es que se realiza por medio del teléfono celular.
Es verdad, ya puedes salir con solo tu teléfono sin necesidad de tarjetas y, si tienes activa la aplicación (ya sea como app o desde tu portal bancario), podrás pagar en distintos establecimientos.
Suena demasiado bien, ¿cierto? Entonces, ¿cual es el problema? Verás, que como todo en la vida, las cosas sencillamente no son como parecen…
Aunque puede parecer algo bueno para nosotros la facilidad que representa en el corto plazo contar con pagos integrados dentro de nuestro celular, la realidad es que ante la ausencia de autocontrol en muchos de los consumidores esto solamente anticipa un desastre… También podemos comentar que se afecta a los pequeños comercios en virtud de que, basta notificar que un local no cuenta con el servicio para que se comience un requerimiento mediante el cual seguramente se integrara a este local a la base de contribuyentes.
Si bien, estamos de acuerdo en que todos debemos pagar impuestos para que nuestra sociedad tenga un mejor índice en su calidad de vida, también necesitamos comentar que no es válido dar una propaganda falsa e ignorar deliberadamente o hacer caso omiso de las consecuencias que estos sistemas tienen.
Sobretodo, por cuanto que su verdadero objetivo esencial no es otro que hacer tributar a quienes aun escapan de las redes del fisco. No en vano conocemos el dato de que el SAT estima superarse nuevamente en temas de recaudación (la presente Administración requiere de mucho circulante para solventar los conocidos megaproyectos)
La pregunta pertinente en este sentido es: ¿A qué precio? y, ¿quiénes lo van a pagar?
Si desconoces lo que son los Gastos Deducibles pero es de tu interés aprender cuáles son y cómo utilizarlos en tu favor, te invitamos a mirar este video, y aquí también puedes observar cómo comenzar a declararlos.
Y bueno, ha sido todo por hoy. Esperamos que te haya gustado y te resultara útil nuestro contenido, de ser el caso, te invitamos a compartirlo con más personas para crear -en conjunto- consciencia financiera.
¡Muchas gracias por leernos!, y nos vemos próximamente.
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por Miguel A. Caloca, CEO Godín Financiero
