Una cruda verdad…
¿A quién le gusta levantarse todos los días a las 5 de la mañana, para desayunar con prisa, bañarse, peinarse vestirse y embarcarse en una travesía de una hora (estamos siendo gentiles) ida y una hora vuelta hacia tu estático lugar de trabajo (posiblemente un cubículo)?
Existe un dicho por ahí que dice “El Dinero es un excelente esclavo, pero un pésimo amo” y se refiere generalmente a este tipo de situación: Un empleo genérico de ocho horas diarias -nueve horas, contando la comida- en que acudes a trabajar porque eso fue lo que siempre te dijeron que debías hacer.
El problema de esta visión es que nos aleja de un tópico poco conocido -y demasiado lleno de mitos- por muchos de nosotros: La Libertad Financiera.
La primera lección del Padre Rico es: “No trabajes por dinero”, esto es algo que a muchos les suena como una Locura. Y no es, necesariamente, su culpa, en este artículo nos centraremos a analizar las razones por las que la Libertad Financiera nos suena tan lejana y la razón por la que, en última instancia, preferimos el modelo del Empleado.
Pensemos bien: Vivimos y nos desarrollamos en un sistema social donde las creencias de dinero nos invitan a un modelo de formación para ser Empleados exclusivamente. Algo que, aunque a largo plazo no resulta lo mejor para ti, si bien a corto plazo cumple sobradamente con sus funciones.
Entonces tenemos que a nivel social, se nos inculca el modelo del empleo, aún a consciencia de que podría no ser lo mejor (ser Empleado no es necesariamente malo) y sin embargo, ¡lo hacemos! “solamente porque los demás también lo hacen”.
Esto viene a colación de la óptica del zoon politikon aristotélico y un poco más allá, seguimos encontrando la base de este tipo de ideas en el filósofo francés Jean Jacques Rousseau (cuyas ideas fueron de gran relevancia para la Revolución Francesa y la doctrina de la Teoría del Estado): Rousseau afirmó la existencia de un ser humano bueno y tendiente a la conformación de un contrato social, según el cual todos sus integrantes deberán adherirse a algunas directrices de vida, dejando atrás una parcialidad del total de sus derechos (su libertinaje) para subsumirse a las reglas del Estado. Con lo que podría explicarse parcialmente esta acción de replicar dentro del grupo todo aquello que hace el grupo, aún a consciencia de que no sea necesariamente bueno para mí; a esto se le conoce como Gregarismo, y deben tener mucho cuidado con ello.
Una noción sencilla del gregarismo seguramente la escuchamos de nuestros padres hace tiempo, cuando nos decían:
Y si Juanito va y se avienta de un puente, ¿¡también vas a ir a aventarte tú!?
Tus padres
Así, el gregarismo es replicar conductas no funcionales bajo la consideración de que “todos los demás lo hacen así” o más bien “lo han venido haciendo así”. Continuando con el tema, nuestro entrenamiento para Empleados comienza desde la primera infancia, donde el modelo educativo nos insta a ser depositarios del conocimiento y no participantes activos de su formación.
En este modelo educativo la curiosidad intelectual suele verse como un desafío directo a la autoridad del profesor y esto, a su vez, constituye una seria falta de disciplina lo que, más temprano que tarde, terminará trayendo problemas.
Conforme vamos creciendo, sencillamente replicamos lo que libros, materiales y profesores nos han dicho y expuesto, acaso existe un poco de práctica en materias más técnicas como las Matemáticas, la Física o la Química, todas ellas muy odiadas por esto mismo.
Vayamos un poco más allá, que incluso en la universidad (el que se ha visto como el “último” escalón” educativo) tenemos que grandes instituciones como la Universidad Nacional Autónoma de México mantienen un diseño antiguo en sus aulas, donde existe un desnivel superior para poner el escritorio del profesor, indicando simbólicamente su superioridad respecto del alumno.
Algo que no parecemos terminar de entender en este sentido es que, en el binomio “maestro-alumno” siempre es el alumno quien goza de mayor importancia, primero que nada debido a su potencialidad (su aspiración a convertirse en un mejor maestro que aquellos que le precedieron) y en segundo lugar, por su presencia. He aquí una frase increíblemente cierta:
“El alumno es:
con el Maestro,
sin el Maestro,
y, a pesar del Maestro”
Y mucho cuidado que el problema no estriba en la superioridad intelectual del docente, algo que sin lugar a dudas, le corresponde (experiencia, experiencia) sino en que el modelo educativo de ahora no inculca (más bien castiga) la menor gota de escepticismo, las actividades de investigación, confirmación y análisis han quedado relegadas a un oscuro rincón.
Así, el modelo educativo nos prepara para ser Empleados, genéricos y funcionales, reemplazables a la menor señal de indisciplina. ¿Qué fue lo que se nos dijo?
- Naces
- Estudias mucho: Nadie va a querer a un estudiante revoltoso, tu promedio debe ser superior a 9 y siempre estar en los mejores, si se puede el Cuadro de Honor, ¡qué mejor!
- Obtienes un “buen” trabajo: Grandes prestaciones y seguridad social, si es posible, que sea en el gobierno.
- Mantienes tu buen trabajo: Durante 40/45 años, con sus respectivos ascensos por Antigüedad (entras a la Carrera de la Rata).
- Te pensionas: Hacia los 60/65 años con una buena pensión..
- Mueres: La esperanza de vida del mexicano promedio es de 74 años, con lo que a partir de tu edad de retiro contarías con, entre 9 y 14 años para “disfrutar la vida”.
En la entrada de hoy te hemos hablado sobre como el modelo educativo nos impide siquiera imaginarnos una vida más allá del modelo laboral genérico, y por lo tanto, con aspiraciones a la Libertad Financiera.
por Miguel A. Caloca, CEO Godín Financiero
En otro tema relacionado, te dejamos con nuestro vídeo en nuestro canal de YouTube en el que hablamos sobre los Cinco Pasos que te llevarán directo a tu Libertad Financiera. ¡¡No te lo pierdas!!
