Consejos para Invertir que CAMBIARÁN TU VIDA

Todos queremos invertir de forma rentable. Es un hecho, no una opinión. Al día de hoy, no he conocido aún a nadie que comience a invertir en instrumentos de renta variable con deseos de perder su dinero (cuando menos, no deseos conscientes y declarados). Por ese motivo, el día de hoy te he preparado este artículo con Consejos para Invertir que tienen el potencial para cambiar tu vida (y no, no estoy exagerando).

por Miguel A. Caloca, Fundador de Godín Financiero.

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Descargo de Responsabilidad: El contenido del presente artículo no garantiza el éxito en tus operaciones al invertir. El presente artículo se publica únicamente con fines informativos. Lo que decidas o no hacer con esta información es 100% responsabilidad tuya.

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Ser inversionista es fácil. ¿Cierto o falso? Veamos, te imaginas a una persona que, tras ver unos vídeos y leer dos libros o tres, de pronto ¡PUM! se convierta en abogada o médico cirujano. ¿Verdad que no?, pues yo tampoco. Y es que, si has venido para hacer dinero fácil, ¡entonces prepárate!

Pero para perderlo en grandes cantidades… ¿¡Qué tiene!?, ¿no lo viste venir? Yo sé, yo sé… Te prometieron que sería fácil: Solo tenías que descargar una app, aperturar tu cuenta, depositar el dinero, dar click en “Comprar” y “Vender” y voilá! Damas y caballeros, ¡con ustedes un/a inversionista exitoso!

Bueno… pues, ¿qué crees? Lamento ser yo quien te rompa la burbuja -en realidad no lo hago- pero si no es aquí será con tu dinero perdido que te des cuenta de la realidad. Es un hecho que la mayoría de los nuevos inversionistas ha entrado dejándose guiar por una de las dos emociones que rigen el Mercado, a saber:

  • Avaricia: Dejándose guiar por un ánimo alcista lleno de distorsión y buenos deseos (esperanzas);
  • Miedo: Alejándose de la baja de tasas en instrumentos de renta fija (como los pagarés o letras del tesoro (CetesDirecto).

Por lo tanto, también es común observar que estas personas entran sin preparación alguna. De hecho, a veces, ni siquiera han pasado antes por algún instrumento de renta fija. Y no, amigos, no hay que confundir la valentía con negligencia. En fin, la mayoría de estos nuevos inversionistas cometerán una serie de errores básicos al invertir y lo que es peor, no harán nada por corregirlos. Con el paso del tiempo se convencerán de que “el Mercado está loco”, “la Providencia no los quiere” o, sencillamente, “no es su momento“. Ésta última es, por mucho, mi favorita personal.

Pero, no nos preocupemos de ellos, preocupémonos de nosotros. En razón de este auge que tienen las inversiones (solo en México recién el año pasado superamos el millón de usuarios invirtiendo en bolsa y el billón de pesos en volumen de operaciones para el año 2020), así como de una encuesta realizada en nuestro Instagram -síguenos para que tomes voz en la decisión de próximos temas- me he decidido a realizar este artículo. Así que, ¡vamos a lo que nos ocupa!

Por cada Oportunidad perdida, hay muchas más esperando…

Las Oportunidades se encuentran dispersas. Podrías tener una oportunidad el día de hoy y tener que esperar algunas semanas -quizá meses- para la próxima. Pero, sucede que lo importante no es que tan pronto vengan sino 1) que estés preparado/a para tomarla en cuanto se presente y 2) que se seguirán presentando.

Sobre el particular, harías bien en comprender cuanto antes que, al día de hoy, un valor no es atractivo sino hasta que cierto número de instituciones financieras de renombre y analistas “importantes” han reconocido su valor en informes y recomendaciones de compra para los grandes fondos. Pero entonces resulta que ya suele ser bastante tarde.

Como bien dicen por ahí, resulta que “el mejor momento para comprar una acción es cuando nadie está hablando de ella“, aunque la mayoría suele hacerlo al revés…

De hecho, esta es la premisa central sobre la que corre el libro Un paso por delante de Wall Street del autor Peter Lynch (si quieres conocer sus mejores frases, sigue este #hilo de Twitter), en el que se analizan algunas de las ventajas prácticas que tienen (tenemos) los inversionistas individuales frente a los grandes fondos de inversión institucionales. Un libro muy recomendado por cierto. ¡Próximamente tendremos su Análisis de Lectura!

Esto se puede reducir a la siguiente frase que compartimos desde nuestro Twitter (síguenos aquí):

Como conclusión, valdría la pena anotar que no se trata de que no haya oportunidades sino que, más bien, aún no eres capaz de reconocerlas, que es algo muy distinto (y lo sabes). Ahora, ¿cómo puedo comenzar a identificar estas oportunidades atractivas? Pues, invirtiendo en tu formación financiera y practicando.

Igualmente te comparto a continuación un artículo sobre ¿Cómo elegir acciones al invertir en la Bolsa de Valores? y un vídeo con 4 cuestiones muy importantes que deberías tomar en cuenta al invertir en cualquier empresa, ¡sé que te resultarán de utilidad!

Enfócate en tu Proceso, no en los Resultados

Uno de los grandes diferenciadores que existen entre un inversionista profesional y un amateur es que el primero puede reconocer la extrema importancia de su Trabajo de Análisis y el proceso que existe detrás de su toma de decisiones, independientemente del resultado.

Es decir, uno de los errores más comunes de inversionistas novatos es darle mayor importancia y peso a sus resultados que a su proceso de elección de acciones. Antes que preguntarse por qué están perdiendo sería mucho más útil -y benéfico- que entendieran y revisaran si hicieron una buena investigación o en qué se han equivocado.

Sucede que, la mayoría de los inversionistas no viene a invertir a la Bolsa, viene a especular. Una distinción útil y muy práctica para efectos de distinguir a unos de otros yace en el libro The Winning Investment Habits of Warren Buffett and George Soros (Los hábitos de inversión ganadores de Warren Buffett y George Soros) del autor Mark Tier, en el que se nos presenta una diferencia crucial, la cual es:

ENFOQUE

Así, tenemos que mientras el inversionista busca proteger el valor de su dinero frente al paso del tiempo (inflación) el especulador solamente busca ganar la mayor cantidad de dinero posible en la menor cantidad de tiempo. Por lo tanto, un especulador estará mucho más centrado/obsesionado en sus resultados que en su proceso de toma de decisiones financieras, y todos sabemos cómo termina esa historia…

Para un ejemplo más claro sobre las diferencias entre especuladores e inversionistas te comparto esta tabla, que forma parte del contenido que tratamos en nuestro webbinar de Inversiones para Principiantes (si te interesa, puedes preguntar en comentarios):

En este sentido debemos reconocer que el Mercado es un gran lugar para generar un crecimiento exponencial de nuestra riqueza -así como un decrecimiento, ja-. Como inversionista debes preguntarte a ti mismo/a: ¿Qué es lo que has venido buscando a este lugar?, ¿qué esperas obtener del Mercado?, ¿te preocupa más hacer dinero o convertirte en la mejor versión de ti mismo/a tratándose de invertir?

Algunos pragmáticos dirán “¡pero claro que vengo por el dinero!”, y es verdad (todos venimos por eso, en realidad). Pero, irónicamente, no encontrarás dinero -al menos no de forma redituable y constante- fijándote en los resultados antes que en tu proceso, sino que será todo lo contrario.

Tal como lo expresa Mark Minervini en su libro Think & Trade like a Champion (Piensa e Invierte como un Campeón) al afirmar que:

Fui de un desempeño mediocre a una estelar cuando me dije a mí mismo: ¡Al demonio con preocuparse por el dinero y obsesionarse con la tabla de resultados. Solamente me voy a enfocar en ser el mejor inversionista que pueda ser y en mantenerme apegado a las reglas. Después el dinero siguió.”

Mark Minervini, Think & Trade like a Champion

No son pocos los inversionistas que juzgan y comparan su desempeño frente a los que pueden ver en redes sociales. Si actualmente sigues a algún influencer financiero o una persona que manifiesta haber pasado de $1,000 a $100,000 en un espacio de 6 meses, entonces quizá tu visión de las inversiones sea un poco desoladora en adelante: “¿Por qué a mí no?”

Sobre el tema, deberías tener cuidado, especialmente con aquellos que reclaman ganancias sustanciales en poco tiempo y a su vez ofertan un servicio de mentoría/educación para que tú también lo hagas. Eso sí, tendrás que pagar una pequeña cuota; casi simbólica sobretodo considerando las grandes y jugosas ganancias que estas personas generan día con día… Pronto no será ni una semana de ganancias para ti.

Bueno, ten cuidado que esas son Estafas Financieras tal como vienen y se aprovechan principamente de dos cuestiones inherentes al ser humano:

  • La Ignorancia, y
  • La Avaricia.

Y sí, compañías tales como IM Academy, EVO Movement, Xifra y demás -sea cual sea el nombre que estén utilizando cuando leas este artículo- entran bajo este esquema sin ética. Si te interesa saber más sobre cómo identificarles te recomiendo que sigas esta liga hacia uno de nuestros video en el canal de YouTube.

Finalmente también te recomiendo que entiendas que tu proceso es individual. Esto incluye dos cuestiones esenciales:

  1. Debes encontrar -o mejor aún, diseñar– una metodología (proceso) que se adapte a tu personalidad.
  2. No tienes por qué compararte y si piensas hacerlo (a pesar de mi buen consejo) procura hacerlo de forma equilibrada. Es decir, si llevas 8 meses aprendiendo e invirtiendo no sería realmente justo que te compares con tu inversionista favorito que lleva más de 40 años en esto. O con un amigo que lleva 8 años en esto…

Capisci?

Aprende a CONFIAR en Ti

Considero que este es uno de los mejores consejos de inversión que podamos recibir. Pues resulta que para ser un inversionista exitoso debes tener un alto grado de conciencia de ti mismo/a (recuerda siempre que El Ego es el Enemigo). Debes de ser capaz de poder observar -en forma objetiva– tus fortalezas y debilidades, para poder lidiar con ellas de forma efectiva (utilizando tus fortalezas al máximo y guardándote con especial cuidado de tus debilidades).

En este sentido es mi momento de prevenirte en contra de la notoria irracionalidad que reina dentro de los Mercados al día de hoy. Y es que fenómenos como el FOMO (acrónimo en inglés para Fear Of Missing Out – Miedo a perdérselo, en español) y el FUD (Fear, Doubt and Uncertainty – Miedo, dudas e incertidumbre, en español) son parte del día a día en tiempos altamente volátiles en el Mercado.

Aquí puede apreciarse un ejemplo sarcástico pero muy bueno sobre cómo opera la irracionalidad en el mundo financiero:

Sobre este particular debo advertirte lo siguiente:

  • No permitas que el ruido arruine una buena cartera/posición.

En este sentido, tendrías que mantenerte con la cabeza fría si el día de mañana -por poner un ejemplo- una acción baja de súbito; pero los fundamentales de esta se mantienen positivos. De hecho, ante esta situación será bueno mantenerla, ¡y aún mejor comprar más!

De igual forma, un nivel de mayor madurez (que generalmente indica que estás avanzando) llega cuando, al tomar alguna inversión y contar con resultados adversos (pérdidas), puedes estar bien con ello siempre que tu investigación haya sido la adecuada. Es decir, la capacidad de decirte a ti mismo/a “lo haría de nuevo” a pesar de un mal resultado que no tuvo que ver con una mala ejecución dice mucho del nivel de confianza que manejas en tu propio trabajo.

Adicionalmente, tienes que aprender a disculparte a ti mismo/a, ten especial cuidado con esto último… Debes aceptar que eres un ser humano (así como todos nosotros) así que intenta no ser tan duro/a contigo. Debes aprender que recriminarte no te llevará a ningún lado. De hecho, generalmente empeora las cosas.

Date cuenta y aprende a interiorizar (y aceptar) que realizarás errores y sí, también perderás dinero; sobretodo cuando estás comenzando…

Haz tu PROPIA INVESTIGACIÓN cada ocasión, no tomes decisiones ciegamente

¿Cuál es la cualidad más valiosa que debe tener un inversionista profesional? Hay muchas, claro. Ya te estarán pasando varias por la cabeza pero la respuesta es, en mi opinión: Independencia.

Si no cuentas con independencia entonces no tienes nada. La formación de un criterio independiente puede salvarnos la vida incluso (para más información, leer The Misbehaviour of Markets)… Pero bueno, independientemente de ello es algo que tienes que desarrollar -de preferencia antes de comenzar a invertir-. No, no está mal seguir a uno que otro analista financiero en Twitter o mirar las recomendaciones de compra del youtuber financiero de tu preferencia. Eso no es malo, necesariamente.

Lo malo es que los ciegas ciegamente, convirtiéndote entonces en lo que Alexander Elder (dentro de su libro El Nuevo Vivir del Trading) conoce como “borregos” o “corderos”. Que son aquellos inversionistas cuya característica especial es que “pueden ser reconocidos por sus balidos lastimosos cuando los mercados se vuelven volátiles”.

Así que ya lo sabes, tanto en la vida como en las inversiones: ¡Evitemos ser corderos! Otro de los signos más comunes de que uno es un cordero más para el matadero es la típica pregunta de “¿en qué me recomiendan invertir?” Que, lejos de mostrar ánimos y capacidad por comenzar solo muestra ignorancia y falta de preparación (más sobre el tema en este artículo).

Así que, tratándose de ovejas siguiendo al rebaño, más nos valdría comenzar a ser la oveja negra.

Ahora, existen algunas cuestiones éticas y sobre intereses económicos encontrados que te ayudarán a tener un mejor recaudo a la hora de “seguir” recomendaciones por terceros. Como expongo a continuación:

  1. ¡Podrían equivocarse! – Uno de los grandes beneficios que vienen al invertir de forma personal y manejando tú mismo/a tu dinero es que puedes aprender de cada operación con pérdidas. En este sentido, te garantizo, que absolutamente nadie va a responder económicamente por tus pérdidas el día de mañana. Ni siquiera los entusiastas más fervientes de un proyecto se la jugarían a firmarte un pagaré que respalde tu inversión.
  2. El Problema de la Agencia – Así se le conoce al concepto que engloba un conflicto económico clásico que se traduce en que dos actores/agentes económicos tienen intereses diferentes. Y guarda esto muy bien: Cuanto tú estás entrando (al comprar una acción), alguien más está saliendo. No pierdas nunca de vista que la renta variable es un “juego” de transferencia de riqueza. ¡No regales tu dinero así!
    Sobre este particular suele suceder que cuando preguntamos por recomendaciones de inversión la respuesta que obtendríamos sería “la mejor acción para que compres es aquella que ya tengo en mi bolsillo, ¡muchas gracias por preguntar!”(si fueran honestos/as, claro está…)
  3. Rezago Financiero – Aún cuando tu asesor estrella tuviera la razón al escoger el activo tú tienes un problema: Una clara desventaja. Dicha desventaja radica en que tú no eres él/ella. Por lo tanto, ignoras el momento en que compró (el timing es muy importante al momento de definir ganancias) e ignoras el momento en que venderá. Es decir, tú no puedes saber con absoluta certeza en que momento cambiará de idea y venderá sus acciones. De hecho, aun cuando tuvieras activas “todas las notificaciones” o hubieras dado click a la “campanita” de YouTube esa información tendrá un rezago importante (sobretodo en épocas y mercados especialmente proclives a la volatilidad). En fin, los problemas de la dependencia.

Pero bueno, si no me crees a mí entonces quizá elijas confiar en personas con un mayor historial que el mío: En su libro Magos del Mercado (Market Wizards), el autor Jack Schwager se dedica a realizar entrevistas a los mejores inversionistas de los Estados Unidos de América y otros lugares de gran prestigio (mercados conocidos por su volatilidad e impredecibilidad).

Pues bien, a lo largo de dicho libro surge un tópico de forma recurrente, acerca de si el trading -o el “arte de invertir”- puede ser enseñado con éxito. La conclusión final del libro es que, aun cuando estés pagan un servicio de mentorías, o bien un sistema de selección de acciones para tu portafolios la realidad es que la mentoría solo puede guiarte hacia el éxito, pero no podrá hacer mucho por mantenerse contigo en las malas y las buenas (no deja de ser un servicio al final del día).

En este libro, durante su entrevista con Michael Marcus; un inversor que transformó $30K USD en $80K USD, y quien tuvo como mentor a Ed Seykota (otro Mago del Mercado) se comenta como, aún mientras estaba bajo la tutoría de Seykota, ¡Marcus seguía perdiendo dinero!

Pues bien, ¿a qué voy con esto? El punto es muy sencillo: No dependas únicamente de un gurú para obtener el éxito. Claro que la mentoría es buena, e inclusive una herramienta en extremo útil (si sabes escoger a los mentores/as adecuados/as). Pero los/as mentores/as solamente pueden guiarte hasta cierto punto: Te enseñarán los principios, quizá te acompañen en tus primeros pasos, pero hasta ahí. Ellos no serán quienes decidan cuando comprar, ni qué comprar y mucho menos, cuándo vender. Esas son tus decisiones y son en extremo personales.

Entiende que hay tantas formas y estilos de inversión como personas con cuenta abierta en alguna casa de bolsa (en México recién se superó el millón, por cierto). Tu estilo también dependerá de tu gestión emocional, tanto como de los objetivos financieros que tienes pensados. Podrían ser distintos a los que maneje tu mentor.

Al ser un inversionista (uno profesional, cuando menos) realmente necesitarás esforzarte, trabajar. Lo creas o no, invertir dinero y obtener rendimientos atractivos toma mucho más que solo abrir mi app de inversiones (GBM+), revisar mi feed más reciente desde Twitter y observar lo que todo mundo está comprando… Hay muchas formas de que esta manera de operar terminé muy mal para ti con el paso del tiempo (efecto Lindy).

Entiende que debes esforzarte. Primero al aprender (mejorando tu curva de aprendizaje) y segundo al invertir (aplicando tus conocimientos). No existe el dinero fácil. Tal como lo pone Edwin Lefevre en su conocido libro Recuerdos de un Operador de Acciones en la Bolsa:

“… los frutos de tu éxito serán directamente proporcionales a la honestidad y la sinceridad de tu esfuerzo en mantener tus propios registros, hacer tu propio análisis y alcanzar tus propias conclisiones.”

Edwin Lefevre, Recuerdos de un Operador de Acciones en la Bolsa

Nuevamente Mark Minervini comenta en Trade like a Stock Market Wizard -otro de sus libros, muy recomendado– sobre la importancia de contar con un plan:

“El éxito en el largo plazo dentro del mercado de valores no tiene nada que ver con la esperanza o la suerte. Los inversionistas ganadores tienen reglas y un plan-muy-bien-pensado. Luego entonces, los perdedores carecen de reglas, o si tienen reglas, no se apegan a ellas por mucho tiempo; se desvían.

Mark Minervini, Trade like a Stock Market Wizard

Finalmente, es bastante irónico decir que la gente parece sentirse más cómoda invirtiendo en algo de lo que no saben absolutamente nada que de activos o acciones que forman parte de su conocimiento. De igual forma, parece haber una regla no escrita en Wall Street que dicta que “si no lo entiendes, entonces invierte en ello los ahorros de toda tu vida“.

También vale la pena recordarte que, incluso tratándose de corazonadas, estas deben estar debidamente sustentadas. Tal como lo aborda Max Gunther en su libro Los Axiomas de Zurich (recomendado)

Conclusión sobre el tema: Sólo deberías de invertir por tu cuenta cuando estés decidido a seguir tu propio criterio.

Calidad ANTES que Cantidad

Pregunta seria: ¿Cuál es un recurso invaluable al que no le hemos prestado la atención adecuada? Venga, te doy un tiempo para pensarlo (no es una pregunta sencilla, de hecho). ¿Ya?, ¿y ahora? Vale pues, la respuesta te la doy con una cita a continuación:

“La atención es un recurso limitado. La legislación no la considera particularmente importante pero la competencia por ella sí que es asesina.”

Marta Peirano, El Enemigo conoce el Sistema

Este consejo va bastante relacionado con el primero (sobre las oportunidades perdidas) y es que, suele suceder que, en nuestra obsesión por no perdernos de nada, nos terminamos auto-saboteando sin quererlo. ¿Cuántas empresas tienes actualmente en tu lista de observación? Esto claro, asumiendo que tengas alguna.

Aunque resulte extraña la afirmación no son pocas las personas que ignoran la importancia de poner algo de atención en sus decisiones financieras. Así, podemos observar algunos contrastes tan incongruentes como la persona que se toma horas de su tiempo en revisar cupones y ofertas solo para ahorrar algunos pesos al momento de comer.

Esta misma persona alegremente decide tomar una decisión “sensata e inteligente” al observar que existe un nuevo activo en tendencia alcista (lo vio repetidas ocasiones en grupos de Facebook y con muchos retweets en Twitter). Entonces, ¡es tiempo de actuar! “Debemos ser rápidos y decididos”, se dice a sí mismo, ¡no hay tiempo para dudas!

Todo esto, justo antes de meter 3 meses de su sueldo (en un empleo que no le encanta precisamente) en esta atractiva oportunidad, infalible. La decisión está tomada y la operación cerrada. A precio de mercado, claro que sí. Nuestro peculiar personaje se felicita a sí mismo y comienza a soñar con lo que hará cuando esos miles de pesos se conviertan en millones. No es un sueño, será una realidad. En fin, ya le hemos perdido en su imaginación sobre un futuro potencial, casi tangible

Apenas unos días después (claro que se fue a dormir completamente satisfecho de su inteligente decisión), creo que ya sabes como termina esta historia. Spoiler: No es con un Ferrari y nuestro amigo conduciéndolo camino a su nueva casa en los suburbios. Todos sabemos de alguien así (no es que nunca nos haya sucedido…). Obvio, claro que le sucedió al primo de un amigo o seguro conoces a alguien que conoce a alguien que conoce a alguien que…

A lo que voy, no es que estas conductas (cupones o comparar precios, etc.) sean malas ni mucho menos. De hecho constituyen prácticas financieras de consumo muy sanas y recomendables. Pero quiero llamarte la atención sobre el hecho de que dediquemos horas, días e incluso semanas al análisis y estudio de cuestiones financieras de impacto mínimo -o medio, como mucho- mientras que, tratándose de altas cantidades de dinero (como el caso de una mejor tasa hipotecaria o el análisis de una inversión antes de meter los ahorros de tu vida) sencillamente nos quedamos con la primera opción que viene a nuestra mente.

Esta cuestión es sarcásticamente abordada en Un paso por delante de Wall Street (Peer Lynch) al concretar la siguiente frase que no deja de ser una joya de sabiduría pura y dura para tiempos modernos:

“La misma pareja que dedica un fin de semana a buscar las mejores tarifas de avión para Londres compra 500 acciones de KLM sin dedicar cinco minutos a informarse sobre la compañía.”

Esto último suele terminar con una descripción gráfica bastante parecida a la siguiente:

PD. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.

¿Qué tiene esto que ver con la atención?, es muy sencillo en realidad:

  1. No prestamos atención donde deberíamos;
  2. La atención es un recurso en extremo limitado.

De esta forma, también nos auto-saboteamos cuando queremos estar al pendiente de todo. Recuerda que es, tal como dice el refrán que sucede que “el que mucho abarca, poco aprieta“.

Así que, ahora ya lo sabes: Cuida tu atención. No digo que dejes de recibir boletines de suscripción semanal o que dejes de leer los artículos más recientes en The Wall Street Journal, solamente considera que mucho de lo que recibes día con día es meramente ruido.

Así que, en lugar de seguir a miles de empresas, procura concentrarte en aquellas que genuinamente llamen tu interés (la Curiosidad es una poderosa aliada), tal vez termines siguiendo a cincuenta. Pero, aunque parezca que has perdido mucho (recuerda, todos los días hay oportunidades nuevas), es mucho menos probable que se te pueda pasar una oportunidad de oro entre 50 acciones (2%), que tres oportunidades en 600 (0.5%), como dicen por ahí…

Finalmente este asunto de la atención me da pie a tocar un tema un tanto polémico que quizá te pueda interesar, acerca de las consecuencias y lo que pocos consideran al momento de diversificar (generalmente sucede que terminan sobre diversificando). Pero bueno, esas cuestiones las puedes revisar en este vídeo:

Conoce el PROMEDIO de tus beneficios y pérdidas

El inversionista profesional es consciente de la cantidad exacta que está ganando o perdiendo -así como de cuanto ha ganado o perdido respecto de sus operaciones cerradas-. Esta cuestión es en extremo importante porque resulta que: Si no lo puedes/quieres medir; entonces, ¿cómo podrías mejorar?

La respuesta es sencilla: NO PUEDES HACERLO. Por lo tanto, para mejorar nuestro desempeño como inversionistas profesionales -y sobretodo como inversionistas rentables- se hace necesario llevar un registro detallado y pormenorizado de cómo van nuestras inversiones. Esto nos permitirá crear un contraste sencillo así como identificar distintas cuestiones que nos están acercando al éxito.

Cuestiones que pueden incluir -entre otras- las siguientes:

  • La cantidad de fuentes que se consultó al investigar,
  • El método de investigación utilizado,
  • La gestión de riesgo propuesta,
  • El estado emocional en que se encontraba al realizar la operación (lea Trading in the Zone)
  • Y muchas más.

Este contraste deberá ser ascendente siempre que estés haciendo bien las cosas y no debería depender de la tendencia actual en el Mercado (el dinero se puede hacer en mercados alcistas/toro, tanto como bajistas/oso) sino de lo que estás haciendo -o no- al invertir.

En este sentido te puedo decir que si desconoces tu promedio en ganancias y pérdidas, ¡¡entonces estás por completo perdido/a!!

A continuación, un ejemplo: Si tu ganancia promedio es de $5,000 pesos -considerando impuestos al 10% por la venta de acciones con ganancias (mejor pagar por tener ganancias que no pagar por tener pérdidas…) y comisiones del bróker (si quieres saber más de Impuestos al Invertir en la Bolsa revisa este vídeo o compra este libro– y tu pérdida promedio es de $3,000 pesos, entonces podríamos decir que tienes una ganancia del 40% y que eres un inversionista rentable, ¡enhorabuena!

La mayoría de los inversionistas no conocen esta estadística. Es decir, muchos/as inversionistas podrían conocer sobre el medio por medio de videos o leyendo libros pero no se conocen a sí mismos/as.

Conocer estos datos -tus estadísticas de desempeño- te permitirá establecer Objetivos. De esta forma la idea fundamental sería que establezcas una meta de subir tu promedio de ganancias y reducir tu promedio de pérdidas (duh). Y aunque no es algo complicado (estoy seguro que ya lo anticipabas), lo puede ser cuando no conoces ninguno de estos valores.

Una representación gráfica adecuada de esta cuestión puede verse como la imagen a la derecha, que nos permite incluso identificar con facilidad lo que estamos haciendo bien o no.

Igualmente valdría la pena que consideres que durante las distintas condiciones y ánimo del Mercado (así como su volatilidad), tu porcentaje promedio de ganancias puede caer pero, si el porcentaje de ganancias disminuye mientras que el promedio de pérdidas se mantiene o aumenta entonces sabrás que debes retirarte momentáneamente pues tu forma de ver/interpretar las condiciones actuales del mercado no son correctas. Como dicen por ahí, sucede que Papelito habla

Aquí una anotación de lo más sencilla, nuevamente por parte de Mark Minervini que en su libro Think & Trade like a Champion expone la siguiente fórmula:

“PWT (porcentaje de inversiones ganadoras) x AG (Ganancias Promedio) / PLD (porcentaje de inversiones perdedoras) x AL (Pérdidas Promedio) = Expectativa”

Otro motivo por el que debería importarte llevar un buen registro es la forma en que operan las transacciones en la renta variable. Aquí sucede que lentamente -operación a operación- la casa de bolsa/exchange o institución financiera por la que operas irá tomando su porcentaje de comisión: No importa si ganas o pierdes, siempre tienes que pagar, De hecho, esto es lo que convierte a la renta variable (bolsa, activos virtuales, inmuebles, etc.) en un Juego de Suma Negativa

Así que, digamos que haces una módica cantidad de 4 transacciones al día (dos de entrada y dos de salida en un modelo de day trading o scalping), entonces estarías realizando la módica cantidad 1,040 transacciones al año, que a una comisión de 0,25% (para el inversionista “promedio” con menos de un millón de pesos en cuenta) nos da un total de 260%. De igual forma debes considerar que el registro de estas operaciones también se debe tomar en cuenta para efectos fiscales. Después de todo, ningún inversionista profesional debería desconocer las obligaciones fiscales que generan sus operaciones.

Recuerda que para estos efectos será necesario que lleves un registro adecuado de tus activos, pues algunas cuestiones como Comisiones, Impuestos, la Inflación y los Deslizamientos suelen afectar este número: Un inversionista profesional lo sabe y lo anticipa.

Si gustas tener acceso a un Excel en el que puedas registrar debidamente tus activos al invertir, solamente tienes que unirte a nuestro grupo de Facebook y buscar el documento en la sección de “Archivos”.

Ten un PLAN DE RESPALDO

Cuando una mala inversión o una oportunidad perdida que estaba “justo frente a tus narices” impacta en ti de tal forma que te llegue a desestabilizar es importante que:

  • Seas capaz de identificarlo a la brevedad posible,
  • Cuentes con un plan de respaldo para tales efectos (y lo ejecutes).

Uno de los aspectos más difíciles de aprender a invertir es reconocer nuestros errores. Recuerda que si no reconocemos nuestros errores… ¿Entonces qué podríamos aprender? Exacto, ¡nada! Poner pretextos o culpar a las circunstancias de un mal desempeño es una de las acciones más recurrentes que inversionistas toman día con día, y un hábito muy peligroso.

Entiende, ¡no ha sido culpa del Mercado!, ni del tutor o guía/mentor a quien seguías en redes sociales. Fue tu culpa. Después de todo, es tu dinero, ¿cierto? Recuerda, una vez más, la primera de las Siete Reglas del Dinero: Si tú no cuidas de tu dinero, no esperes que alguien más lo vaya a hacer por ti.

Así que, una vez que seas capaz de reconocer que no te encuentras en el ánimo adecuado (nuevamente, te recomiendo leer Trading in the Zone) valdrá la pena que tengas preparado un plan de emergencia para estas situaciones.

Aunque podemos crecer al forzarnos, ten en cuenta que si el músculo se rompe nos haremos más daño que bien (y a nuestro bolsillo). Tal como sucede en la película Whiplash (2014) cuya crítica y análisis financiero (sí, leíste bien) también puedes leer en este artículo.

Continuando con el tema, a continuación te comparto algunas de las reglas o actividades que yo realizó antes de “volver al ruedo” cuando una pérdida me fuerza (considero que es mejor tomarse un tiempo a seguir operando bajo presión):

  • Tomarse un descanso de los mercados (incluye blindarse ante información relacionada);
  • Hacer ejercicio;
  • Salir de excursión hacia la naturaleza (es algo que encuentro, en extremo, relajante);
  • “Consentirme” a mí mismo;
  • Salir a divertirme (al cine o a comer mi hamburguesa preferida).

Ahora, respecto del primer punto solamente debo apuntar que con la gestión del riesgo adecuada (Stop Loss y Take Profit) para aquellos activos que te preocupan podrás realizarlo sin mayor problema o cuestiones de ansiedad.

Otra cuestión importante por señalar es que, comúnmente, existe una situación contraintuitiva según la cual una amplia mayoría de los inversionistas tienen un hábito en el que, cuando han perdido dinero en bolsa, deciden gastar menos dinero. Después de todo, traen una pérdida a rastras, ¿no es así?

Aunque parece algo lógico e inclusive evidente, debo advertirte que en principio este tipo de actitud solo te mantendrá restringido y pensando en las consecuencias de tu error. De hecho, en mi caso, gasto algo más de dinero (o cuando menos no reduzco mis gastos) cuando estoy perdiendo; la idea es empoderarme al continuar con mi consumo -siempre de forma responsable- a pesar de las pérdidas. Debido a que esto indica confianza en el porvenir financiero que tendrás (no es el final, calma).

Adicionalmente, recuerda que la vida es un maratón, no un sprint de solo 100 metros. Como dicen por ahí, quizá habrás perdido la batalla, pero eso no significa que la guerra deba darse por perdida. Si te hace sentir mejor, todos hemos aprendido así: Equivocándonos.

Invierte en TI mismo/a

A lo largo de este artículo he citado varios libros que considero como básicos de inversión, algunos en inglés (Trading in the Zone, Think & Trade like a Champion, Trade like a Stock Market Wizard, The Winning Investment Habits of Warren Buffett and George Soros) así como algunos en español (Recuerdos de un Operador de Acciones en la Bolsa, El Nuevo Vivir del Trading, Los Axiomas de Zurich); si te han gustado las citas así como los enfoques entonces te recomiendo que adquieras los libros (o el libro que te haya llamado la atención). Finalmente, algo que deberías entender -y mientras antes lo entiendas, mucho mejor te irá– es que la mejor inversión que puedes hacer es aquella que realizas en tu Formación Financiera.

En mi caso te puedo asegurar que yo cuento con todos y cada uno de los libros que te he recomendado -y también los he leído, al menos en una ocasión-. Personalmente, considero que han valido la pena y que la inversión realizada en ellos se ha visto retribuida con creces y por amplia diferencia.

Recuerda que, tratándose del mundo de las inversiones, tu capital mental es el aspecto más crítico que pueda definir tu éxito. Por lo tanto, mantener una capacitación constante respecto de tu formación financiera será fundamental para que logres triunfar donde una amplia mayoría viene solamente a fracasar. ¿Te dijeron que era fácil?… ¡¡Mintieron!!

Así que, ya lo sabes. Invierte en formarte financieramente de manera constante. Y no, no tienes que invertir necesariamente dinero para ello. También puedes invertir tu tiempo a través de plataformas con contenido gratuito. Tal como es el caso de YouTube (te recuerdo que en nuestro canal tenemos más de 230 vídeos relacionados con Finanzas Personales) o también en los blogs como este de aquí (más de 100 artículos publicados a la fecha).

CONCLUSIONES

Lo que distingue al inversor de éxito del perdedor crónico es tanto la preparación personal como el conocimiento y el trabajo de investigación. También me gustaría que entiendas que, en último término, lo que determina el destino del inversor no es el mercado de acciones ni tampoco las empresas. Es el propio inversor.

Si te ha gustado este artículo y tienes interés por invertir mejor, te comparto a continuación un poco de información sobre mi libro Finanzas en Crisis en el que encontrarás todo lo necesario para comenzar en el mundo de las inversiones desde un enfoque práctico así como conceptos muy interesantes y de gran utilidad; sin importar si ya cuentas con experiencia previa o no.

En este libro se abordan temas básicos de finanzas personales como inversiones, por ejemplo: Presupuesto, Fondo de Emergencias, Gestión Emocional, Gestión del Riesgo y otros aspectos operativos al invertir que comúnmente suelen pasar desapercibidos para inversionistas primerizos.

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