¿Qué es la Liquidez?

Lo queramos reconocer o no, la liquidez es uno de los conceptos esenciales en el manejo de nuestras finanzas personales y los flujos de efectivo. A pesar de ser un concepto bastante sencillo e importante, suele suceder que la mayor parte de las personas que comienzan su camino en el ramo de las inversiones lo terminen pasando por alto, esto se debe a la falta de experiencia o a un malentendido sobre cómo funciona el dinero en el momento de invertirlo.

Algo que a mí me sucedió a nivel personal cuando hace mucho mucho tiempo (cuando recién comenzaba en el mundo de la inversión), me emocioné e invertí el total de mi dinero. Cuando al día siguiente me invitaron a comer y me di cuenta, al pagar, que no llevaba la tarjeta de crédito, me quedó claro la importancia de la liquidez en un sentido pragmático: No tendría más ingresos sino hasta el día lunes, dos días después de la fecha. Mi amigo terminó pagando, y yo le repuse según lo prometido, hasta aquí nada mal. Pero, ¿y si en vez de haberse tratado de una comida, hubiera sido una atractiva oportunidad de inversión?

Un concepto abandonado…

La liquidez sirve para evitarte problemas futuros y sobretodo, la pérdida de grandes oportunidades, tal como veremos más adelante.

Pues bueno, comencemos, la definición técnica de liquidez distingue principalmente entre dos supuestos, definiéndola como a continuación se indica:

1. Capacidad que tiene una persona, una empresa o una entidad bancaria para hacer frente a sus obligaciones financieras: “la promotora necesita vender pronto los pisos para salvar su liquidez”
2. Capacidad de un bien de ser fácilmente transformado en dinero efectivo.

De las anteriores definiciones podemos constatar que existen dos elementos clave a considerar respecto de la liquidez: Su acceso prácticamente inmediato y que nos sea útil para hacer frente a compromisos financieros.
La liquidez como concepto financiero y práctico viene relacionado directamente con otro concepto de aplicaciones muy interesantes y que ya hemos abordado anteriormente: La Opcionalidad.

Breve repaso: La Opcionalidad es una forma -natural o artificial- de blindarnos frente a lo adverso de la vida. Sin embargo, podemos reconducir esta temática hacia un sentido aún más benéfico, tal como se aborda en nuestro libro Finanzas en Crisis, lo primero que tenemos que hacer es cubrirnos frente a lo adverso y esta posición privilegiada (de estar blindados) será la que nos permita pasar a la ofensiva y aprovechar las oportunidades únicas que la adversidad nos sirve en bandeja de plata.

Liquidez, ¡bendita Liquidez!

En este sentido debemos de pasar de la definición teórica (que, como suele suceder, se ve rebasada en el aspecto práctico) que nos dice que la liquidez es “para responder a obligaciones financieras”, lo que sin duda no deja de ser verdadero, para enfocarnos en los beneficios potenciales de mantener la liquidez que no es otra cosa que: Aprovechar oportunidades.

Aquí, el significado de “oportunidades” va, desde una buena caída de los Mercados, pasando por la apreciación de algún activo particular (divisas, principalmente) hasta una promoción de inversión en la que obtienes un beneficio que hace que valga la pena, como ya nos sucedió.

De esta forma al invertir debemos tener cuidado de cuidar nuestra liquidez (valga la redundancia), pues en un hipotético supuesto, nos quedaremos sin capital para tomar oportunidades. Lo que significa que, en estricto sentido, quizá no estemos perdiendo capital -en forma de rendimientos negativos-, pero si estaríamos perdiéndonos de potenciales ganancias.

En ese orden de ideas, cuando inviertes tanto en instrumentos de renta fija como de renta variable, sería sabio fijar cierto grado de liquidez, por ejemplo, preferir el pago de rendimientos mensuales frente un pago al término de capital e intereses (sobretodo cuando la diferencia no es tan amplia).
Pero la liquidez no tiene que ver solamente con los flujos de efectivo que tienes en tus inversiones, sino con mantener disponible y “en líquido” una reserva de capital para poder operar de manera inmediata, esto cobra intensa importancia en los instrumentos de renta variable que se capitalizan a través de un depósito o transferencia, pues la misma puede tardar en verse reflejada, lo que te haría pasar de la oportunidad o permitiría a alguien más aprovecharla mientras tu lidias con un retardo del sistema (si pasa, eh)

Esto es algo que en ocasiones suele pasarse por alto hasta a los inversionistas experimentados pues ante la dogmática de que “todo nuestro dinero debe de estar trabajando”; es decir, que el dinero “estacionado” es malo para el bienestar financiero, sucede que invierten el 100% de su capital.

Y bueno, eso sería todo para la entrada de hoy. En un futuro retomaremos el tema, ¡lo prometemos! Por ahora, te deseamos un excelente día y cuídate mucho (incluye a tus finanzas ;D).

por Miguel A. Caloca, Socio Fundador de Godín Financiero