La Libertad Financiera es un concepto muy conocido en el mundo de las Finanzas Personales. Básicamente, se refiere a la obtención pasiva de los ingresos suficientes para que podamos subsistir. Dicho de una manera más sencilla, su significado usual suele ser el de “Ganar dinero sin trabajar“. Así, con especial énfasis en “sin trabajar”. Después de todo, de ahí proviene la Libertad Financiera. Pero el día de hoy hablaremos sobre la Verdadera Libertad Financiera.
Profundizando algo más, podemos afirmar que la Libertad Financiera se refiere a la libre disposición de nuestro tiempo. Esto es, a no tener que preocuparnos por el trabajo mientras realizamos nuestras actividades cotidianas. Considerando que destinamos al trabajo -como mínimo- un tercio de nuestro tiempo entre semana (lunes a viernes); y, aproximadamente un 25% del total de la semana, la Libertad Financiera suena bastante bien. ¿Cierto?
Hasta aquí lo que te he plasmado es más bien una definición técnica de lo que la Libertad Financiera representa en el mundo de las Finanzas Personales. Sin embargo, y aunque de la Libertad Financiera y cómo lograrla ya hemos hablado anteriormente, considero que esta definición o perspectiva del tema es superficial.
La Verdadera Libertad Financiera: Más allá del Tabú
Una vez más, hablemos sobre Libertad Financiera y ¿qué es lo primero que nos viene a la mente? En mi caso fue un yate y personas (con lentes de sol, sombrero y una copa de champaña… duh) sonriendo mientras brindan. Y esto es algo bastante “normal” como definición estándar de la Libertad Financiera, que no es lo mismo que la Verdadera Libertad Financiera.
¿No resulta curioso que la manera en que percibimos este concepto esté mucho más asociada con las vacaciones que a una buena administración del dinero? Esto último lo recalco debido a que, si lo pensamos bien, este estilo de vida que consumimos -y nos es vendido, por supuesto- tiene mucho más que ver con gastar dinero que con cuidarlo.
Así, la Libertad Financiera “se ve” más o menos como la siguiente imagen, ¿no es así?
Así, no es extraño observar que la Libertad Financiera es, para la mayoría, un sinónimo de ser multimillonario al más puro estilo de la serie de Billions o Suits (disponibles en Netflix), pero sin el trabajo de por medio. Aunque lo cierto es que no es así. Una vez más, estamos ante una construcción comercial, no frente a la Verdadera Libertad Financiera.
Ante todo y puesto muy sencillo, la Libertad Financiera es solamente un número. ¡Así es! Se trata de la cantidad de activos (dinero invertido) que requieres para mantener pasivamente el estilo de vida que quieres para ti. Si quieres averiguar cuál es tu número, en este vídeo lo puedes revisar a detalle:
Así, el número de tu Libertad Financiera cambiará radicalmente según se trate del estilo de vida al que estás aspirando. Ya que, como seguro adivinas, no es lo mismo vivir en Toluca que en Las Vegas. Ni tampoco planear gastos mensuales por $20,000 MXN en “diversiones”, que un presupuesto de $9,000 MXN, contando la mensualidad del gym y una que otra comida fuera de casa.
En este sentido, bien vale la pena preguntarse, ¿por qué aspiro a tal nivel de vida? Ya que, como te lo vengo diciendo, si la Libertad Financiera tiene que ver directamente con nuestro consumo, significa que si logramos dosificarlo y cuestionarlo, tanto más temprano lo vendremos logrando.
Claro que quizá no contemos con el carro del año (o ni siquiera tengamos carro, para el caso) pero, ¿no es eso mejor en tanto dispongamos de nuestro tiempo? Bueno, asumiendo que no necesitemos de un vehículo particular… En cuyo caso, lo mismo sirve un carro del 2019/20 que del 2023: Transporte del Punto A al Punto B.
Un Enfoque Minimalista hacia la Verdadera Libertad Financiera
El Minimalismo es una tendencia que busca reducir hasta lo esencial todo aquello que nos rodea. Aunque su principal aplicación y concepción fuera artística, recientemente comenzó a revolucionar las vidas y espacios de muchas personas (incluyendo este autor).
En este sentido, es mejor tener y contar únicamente con aquello que necesitamos -con cierto grado de Opcionalidad, claro-, en vez de necesitar todo aquello que se nos imponer por moda, gustos o capricho. Un ejemplo perfecto puede ser el de aquella persona que tiene atiborrado su clóset, con camisas y ropa que no ha sido usada desde hace cuatro Navidades (cuando se la regalaron) pero aún así continúa aumentando el guardarropa.
Claro, los amantes del Capitalismo aquí defenderán el derecho humano al consumo desmedido y exacerbado (y razón tendrán) pero, ¿realmente de eso se trata aquí? Recordemos aquí lo que Epicuro tenía para decir sobre las cosas y el consumo.
Y es que la Libertad Financiera es nada cuando los objetos y el consumo nos han conquistado. Así pues, ser esclavo de los objetos significa que no tendremos una Libertad plena. Es decir, en el aspecto financiero podríamos contar con la tan ansiada Libertad Financiera pero, dentro de nuestras mentes y percepción, seguir siendo esclavos de los deseos, impulsos y objetos.
Por tanto, al saber que no necesitamos de mucho también tenemos garantizado un mayor grado de Libertad y Autonomía (ambos atributos valiosos). Ya que, por ejemplo, si vemos que no necesitamos mucho -o realmente nos cuestionamos el qué necesitamos– tendremos menores deudas con el banco y será más probable que hagamos el Pago Total, como debe ser, de nuestras tarjetas de crédito.
Además, intentar mantenerse al día con el Mundo y la Sociedad del Consumo es sencillamente agotador y terminantemente imposible. Recordemos, en primer lugar, que la vida es personal y no debería basarse bajo ningún concepto en las expectativas ni opiniones de terceras personas, incluyendo aún a la familia.
Si queremos evitarnos dicha angustia (de estar “al corriente” con todo el $ que implica), entonces estaremos evitándonos también los deseos vacíos. Para ello será necesario entender que realmente necesitamos muy poco o poco para subsistir. O bien, cuando menos muchísimo menos de lo que nos han dicho que se ocupa para “vivir” según el estándar moderno.
Así, debemos entender que:
- Se puede vivir bien sin Starbucks;
- Se puede vivir bien sin tener que comer fuera todos los domingos;
- Se puede vivir bien sin tener carro del año;
- Se puede vivir bien sin salir a fiestas cada viernes;
- Se puede vivir bien con un guardarropas pequeño;
- Se puede vivir bien sin ropa y accesorios de marca.
Todos estos ejemplos… ¿Te suenan imposibles o incómodos? Por que, no son sinónimos y, aunque pudiera parecer imposible (gracias al Mercado y sus intereses), lo cierto es que puedes lograrlo con algo de reflexión profunda y disciplina.
Incluso, si lo piensas, es algo natural mientras que el consumo exacerbado no lo es. Además de no ser sostenible a largo plazo, ni para el mundo ni para tu bolsillo… Finalmente, la idea de este artículo de opinión no es un llamado general a la austeridad ni mucho menos, si no infundir una chispa de reflexión por cuanto a la siguiente verdad: Si cuestionas y reduces tu consumo, ¡la Libertad Financiera llegará mucho antes para ti!
Claro que, quizá experimentes el ser dueño/a de todo tu tiempo desde la Ciudad de México antes que Dubái. Pero, nuevamente, esto no significa que no podrás ir a ése o cualquier otro destino más adelante. Si no más bien que has dado solo un primer paso en lo que se refiere a tu independencia y autonomía.
Ya que otra de las grandes mentiras inmersas en la narrativa del consumo es que la Libertad Financiera y el estilo de vida “millonario” son dos percepciones inseparables. Pero, realmente no es así. La Libertad Financiera se refiere a la administración y creación de un flujo de dinero (pasivo), si bien se relaciona con el estilo de vida que has elegido. Sin embargo, mientras mayor sea dicho estilo, tanto mayor será el dinero que ocupes y menor la probabilidad de que obtengas una Libertad Financiera real.
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