Hace poco tuvimos una reunión familiar. No lo sabía, pero de ella derivaría esta reflexión crítica hacia la Sociedad del Cansancio. Ya que, para el término y justo en las despedidas, uno de mis familiares se acercó a mí para felicitarme por mi libro e instarme a continuar trabajando. Me señaló sus ojos, mientras me decía: “Estas ojeras no son en vano, hay que chingarle. Síguele trabajando.” Aunque a simple vista puede parecer solo una charla más, lo cierto es que el intercambio encierra un profundo asunto cultural. Del cual hablaré a continuación..
por Miguel A. Caloca, Fundador de Godín Financiero.
La Sociedad del Cansancio como estándar de vida moderno
Uno de los grandes dogmas del tiempo presente es la necesidad de la (auto) explotación como sentido íntimo de la realización.
La ausencia de descanso como escuela de vida. Pocas veces se ha visto a tantas personas portar con tanto orgullo el signo del cansancio como sinónimo de éxito. En lo que pareciera un típico del animal laborans (nacido solo para trabajar), tenemos que nos explotamos a sí, voluntariamente. Sin que haya una coacción externa.
En su libro, La Sociedad del Cansancio, el filósofo surcoreano Byung Chul Han advierte que ahora “es uno mismo que se autoexplota”. La dinámica ha cambiado bastante, antes era el superior (dígase empleador/clientes/padres/etc.) que te explotaba. Ahora nos explotamos a conciencia propia y sin un beneficio en particular. Pues, verás, cuando otra persona te explotaba tenías una suerte de “ventaja” o retribución. Bajo dicha dinámica se espera de ti obediencia y sacrificio, pero a cambio existe una expectativa implícita (por ambas partes) de que un beneficio sustancial se aproxima. Llámesele aumento de sueldo, subir de puesto en el escalafón corporativo, acceso a una mejor prestación, etc.
Esto es una obviedad cuando analizamos el contexto dentro de La Sociedad del Consumo. Pues que un ingrediente necesario para su aceitado funcionamiento es la constante inyección de capital. Dicho de otra forma, para que exista un mayor consumo, se requiere de una mayor explotación. Por ello, existe culpa cuando sentimos que no producimos, pues al dejar de producir, eventualmente, nos enfrentamos a la consecuencia última: Dejar de Consumir.
La Sociedad del Cansancio es INSOSTENIBLE
En su libro Antifrágil, el filósofo matemático Nassim Taleb explica que para el funcionamiento de la Antifragilidad no solo se requiere de estresores, si no también de un poco de sensatez. Por cierto, la Antifragilidad es el atributo, por virtud del cual, podemos mejorar frente a lo adverso.
Si alguna vez te has leído un manga o visto un anime, tanto como si has hecho ejercicio entonces entiendes el concepto básico de lo Antifrágil. También se le puede comparar con la resiliencia, aunque entendiendo que esta es desde una perspectiva tanto más pasiva… Por cuanto que lo Antifrágil disfruta de verse expuesto a situaciones de estrés, dado que estas le fortalecen.
El ejemplo más evidente de la antifragilidad funcionando, se da en los músculos. Aquí es donde la presencia de un estrés (fuerza) rompe la fibra muscular. Pero este es solo un paso. Posteriormente, se requiere descanso y proteína -una adecuada alimentación- para su desarrollo óptimo. Generando un músculo más fuerte. Pero, dos condiciones son lesivas para este crecimiento. Tanto si el estrés aumenta más allá de la capacidad del músculo, como si se fuerza al músculo diariamente sin permitirle reposo, entonces… ¡¡tendremos problemas!!
En el primer caso, puede ocurrir desde un desgarre hasta una ruptura. Para el segundo tendremos el desgaste crónico del músculo que, incapaz de regenerarse, termina perdiendo la fuerza que se pretendía.
En este sentido, conviene aplicar una escala de micro a macro para nuestra realización. Si los músculos necesitan de descanso para crecer (y nosotros estamos compuestos, en parte, de ellos)… ¿Por qué creerías que tratándose de nosotros/as como seres individuales sería distinto?
Si lo piensas, no hace falta mucha lógica (y solo necesitas un poco de sentido común): ¡NECESITAS Descanso! (para crecer y funcionar)
Calidad para la Vida (o una vida de calidad)
Otro de los grandes problemas que enfrentamos al sentirnos culpables frente al descanso es que, no se nos ha enseñado a pensar. Así es, con el perdón de quien me lea, tendrá que admitirlo que pocas veces se nos inculca el pensamiento crítico y razonado. Lo que mayormente se fomenta desde la Sociedad del Consumo es el gregarismo.
Recordemos este -el gregarismo- como una cualidad inherente a ciertos seres que tienden a agruparse en sociedad. El hacer y haber social se dicta mediante la Comunidad. Es así que, normalmente, estamos acostumbrados a pensar en términos de cantidades antes que de calidades. A continuación, algunos ejemplos:
- Es de mayor relevancia cuánto dinero voy a ganar, que cómo lo estoy generando;
- Nuevamente, quiero más dinero, sin importarme cuantas horas de mi vida deba cambiar para ello;
Estos son solo algunos ejemplos sobre la forma en que la dictadura de la cantidad gobierna con una aplastante monotonía (no en vano la sensación de vacío recurrente en muchas personas) en nuestras vidas. Pero, así debe ser, al final el refugio último para dicho vacío es el consumo irrefrenable. Ya sea de objetos, de alimentos, de productos, de películas o contenido, tanto como de personas (algo de lo que ya hablaré en otro artículo).
Dentro de los caminos de la vida (dice la canción…), existe una bifurcación que debe tomarse. La decisión en sí consiste en saber si tomarás decisiones (presentes y futuras) con base en la cantidad o bien, en la calidad. A saber, y sobre el tema, una de mis definiciones favoritas de filosofía la da Naval Ravikant, en su Almanaque. En dicho libro, que les recomiendo harto leer, define la Sabiduría como:
“Paciencia es la capacidad de una persona para tomar decisiones presentes tomando en cuenta sus efectos y consecuencias futuras en el largo plazo.”
Naval Ravikant, en su Almanaque
En este sentido, y tratándose de la ausencia de descanso, solemos tener una suerte de sesgo de corto plazo muy marcada al tomar decisiones. Recordemos que el sesgo de corto plazo se hace presente cuando tendemos a sobreestimar la potencialidad de una ganancia presente (en el corto plazo) frente a sus consecuencias en el futuro (mediano o largo plazo).
Finalmente, y para efectos prácticos sobre la forma en que La Sociedad del Consumo es insostenible me referiré a un capítulo de la serie que todos amamos y conocemos. ¡Malcolm el de en Medio! (lee mi análisis de la serie aquí).
Para el caso en cuestión tenemos de dónde escoger:
- El Mono (T3E22): Todo comienza cuando un ladrón intenta meterse a la casa y es detenido por Reese. Sin embargo, derivado de ello, tenemos que Dewey tiene problemas para dormir. Lo cual hará que Malcolm no pueda dormir a su vez… (este capítulo lo prefiero)
- Ida pierde una pierna (T6E14): Aquí únicamente tenemos que, derivado de una broma (que consiste en pegar su cara al suelo), los dos hermanos deciden no dormir para poder hacerle la diablura al otro. Por supuesto, no termina muy bien para nadie…
En caso de que no recuerdes este clásico, aquí te dejo un pequeño clip que seguro te ayuda a entenderlo mejor:
Es un sin sentido sacrificar horas de sueño, descanso y esparcimiento pensando en “optimizar”, cuando sin estas horas tu rendimiento (físico, mental y emocional) se disminuye gradual y exponencialmente.
El Último Sentido del Descanso: Una Recompensa bien merecida.
Finalmente, dentro de una sociedad que genera expectativas tan grandes a nivel estructural… No extraña que nos lleguemos a sentir culpables cuando podemos descansar (y eso si es que podemos).
Ese extraño sentimiento de poderse relajar mientras vemos a los demás haciendo de la propia explotación un credo genera un fuerte contraste. De aquí es que nace mucho de la culpabilidad. Imagina la siguiente situación:
Estás en una comida de amistades. Cada quien habla, muy seguramente, sobre lo bien que están con el trabajo, cuáles son los cursos, capacitaciones que están tomando, las expectativas a futuro por las que se -auto- explotan tan arduamente. Y de pronto, cuando ha llegado tu turno, les puedes decir que tú no has hecho “nada”. ¿Qué sucede a continuación?…
Uno de los grandes éxitos de la Sociedad del Consumo es que su éxito radica principalmente en exponernos al miedo de la soledad. El aislamiento social es una realidad dentro de cualquier círculo social que se frecuente. Por ello, podemos ver a grandes cantidades de gente acudiendo a tropel para el estreno de cine más reciente. Tal y como fue el caso de Barbie y Oppenheimer, en lo que se conoció como un fenómeno global llamado Barbenheimer.
Ahora, no te confundas. Que dicho fenómeno no va de que fueran grandes películas, si no del hecho de que todo mundo hablaba de ellas. Por lo tanto, el no irlas a ver te aislaba de inmediato de la conversación y el trend en redes sociales, tanto como a nivel personal.
¿A qué voy con todo esto? Pues bueno, esto significa que, para bien o para mal (y hoy día es generalmente para lo último), tenemos una tendencia a seguir la conducta de los demás.
La manera de romper con esta actitud gregaria es adoptando una postura de análisis e introspección. Tan sencillo como ver el impacto de estas decisiones en las vidas de quienes lo hacen. Dicho de otra forma: “Checa el ejemplo y verifica.”
Es cierto que puede ser incómodo adoptar una mirada crítica (objetiva) respecto de las vidas de quienes nos comparten, pero es un mecanismo bastante útil. Por ejemplo, fíjate en aquella persona que te aconseja volcarte a tu desarrollo profesional en absoluto; quien se queda “por la empresa” durante todo lo que se necesite. Hablamos de alguien que “lleva bien puesta la camiseta“. Puede parecer que va bien pero, ¿qué sucede con su vida personal?
Muchas veces, este acto de “volcarse” en algún exceso a cualquier cosa: Alcohol, fiesta, trabajo, estudios, deportes, etc. no es sino un mecanismo de defensa del tipo evasivo. Para no tener que lidiar con las consecuencias de los actos realizados. Diría el miltriadismo en última instancia que: “El Problema está en la dosis, antes aún que en la sustancia…”
Comprender el descanso como parte natural de un ciclo, y además, como un Optimizador de tu rendimiento, te ayudará a no pasarla mal mientras lo realizas.
A nivel personal, puedo comentarte que, dentro de mi vida, he procurado guiarme mediante las Asimetrías Positivas. Que son, resumidas cuentas, eventos donde se “pierde” un poco en el corto plazo. Pero, se terminan obteniendo grandes beneficios a largo plazo (después te contaré de qué van a detalle).
En sentido contrario, la Asimetría Negativa te expone a una situación donde parece que ganas (en el corto plazo) solo para terminar perdiendo muchísimo más que tu ganancia inicial en el largo plazo.
Ejemplos de esta Asimetría Negativa existen demasiados, pero te daré dos muy aplicables a tu caso a continuación:
– Al elegir sacrificar tus horas de descanso para “cumplir” con X o Y asignación (propia o ajena), irás erosionando tu nivel de producción, salud y bienestar hasta que sea insostenible.
– Cuando eliges no pagar tus impuestos, te expones a una situación en la que el SAT llegará por ti eventualmente. Con un embargo de por medio, entre cinco a diez años para proceder, actualización, multa y el costo por asesoría de un abogado fiscalista… Lo que creías que “te ahorraste” en ese momento, se irá ¡en un santiamén!
A mi forma de verlo (y si te sirve), el descanso no es otra cosa que una recompensa bien merecida por un esfuerzo inteligente muy bien aplicado. ¿Por qué habría de sentirme mal por descansar? En tanto para algunas personas implica que estás haciendo algo mal… Para mí, el descanso representa que estas haciendo algo muy bien. ¡FELICIDADES!
Por cierto, y sobre el tema, recuerda aprender a escuchar a tu cuerpo antes de que esté se imponga mediante la enfermedad o los síntomas.
A manera de comentario final, permíteme expresarte lo siguiente: La vida es cíclica, Así como llega la noche, también le sigue la luz del día, Se transcurren las estaciones del año, tanto como los estados de la materia en un flujo constante… Mutatis mutandi. Como quien dice que “lo único permanente es la impermanencia.”
Así pues, ¿por qué habrías de creer que un estado de alerta y producción debe mantenerse “hasta el infinito y más allá”? (dirán los Lightyear)
Comienza a comprender, mediante la observación de todo aquello que te rodea, que pretender explotarte ad perpetuam no solo te hace daño, sino que además no es natural.
Un poco de filosofía para la Vida
Más Artículos de Opinión y Análisis relacionados con la Sociedad del Cansancio
Si leíste hasta acá, tengo la seguridad de que realmente te interesa cuidar tu dinero. Por ello, aquí te dejo otros artículos sobre inversión que seguro te ayudarán a hacerlo mejor. Los puedes encontrar siguiendo los enlaces a continuación:
- Guía de Inversión en Cetes Directo, puedes leer el artículo en este enlace.
- Inflación y cómo protegerte de ella, puedes leer el artículo en este enlace.
- Guía de Inversión en DINN de Actinver, puedes leer el artículo en este enlace.
- Libros de Inversión (Renta Variable) recomendados, puedes leer el artículo en este enlace.
Recuerda que cualquier duda o comentario que tengas acerca de este artículo, me lo puedes hacer saber a través de los comentarios.
Si te ha gustado el artículo y quieres seguir aprendiendo, te comento que cada día domingo a las 10 am. envío un correo a mi Lista de Correos con información útil, práctica y de alta calidad sobre distintos temas. Si esto es de tu interés puedes suscribirte a continuación (recibirás un correo de Bienvenida con algunas sorpresas):
Si te ha gustado el artículo o lo ves útil, por favor, difúndelo entre tus amigos y conocidos. ¡Muchas gracias por leernos!, y nos vemos en el próximo artículo. Hasta entonces, ¡te deseo un excelente porvenir financiero!
¡¡ESPERA!! … ¿Ya conoces nuestro canal de YouTube? ¡Suscríbete y Activa la Campanita!
